La compañía abastece al mercado público de 469 de las 1.641 medicinas genéricas y entre 2017 y agosto de 2019, pudo vender US$ 621 millones al gobierno.
Ante la decisión anunciada del Gobierno mexicano de acabar con los monopolios en las compras de insumos para salud, definitivamente Grupo Pisa será el más afectado. Su dominancia en las ventas al sector público es definitiva.
Esta empresa jalisciense de capital 100% mexicano, presidida por Carlos Álvarez y dirigida por Oscar Osorio, le estaría proveyendo al sector público hasta una cuarta parte de sus requerimientos en los distintos tipos de insumos para salud.
Si hablamos de 1.641 claves de genéricos adquiridos en el mercado público, Pisa abastece 469 de ellas. En número de unidades cubre 11% del total, y ello no sólo a través de su propia distribuidora Dimesa, sino que opera con 98 distintos proveedores, regionales y locales. Esto refleja que ha desarrollado una verdadera presencia nacional con capacidad para diseminar sus productos en todos los rincones del país.
Conforme datos obtenidos del Instituto Farmacéutico (INEFAM), que a su vez se basan en un análisis de los fallos de las compras gubernamentales de medicamentos genéricos entre 2017, 2018 y hasta agosto de 2019, resulta que Pisa pudo haber vendido hasta 12.147 millones de pesos (US$ 621 millones) al Gobierno mexicano en ese plazo.
Si consideramos que las compras públicas de dichos insumos en ese mismo plazo ascendieron a 167.481 millones de pesos (US$ 8.568 millones), eso significa que Pisa se quedó con 7,25% de esas compras. No hay otra empresa que haya logrado eso.
Para tener perspectiva, las empresas que ocupan el segundo y tercer lugar no lograron venderle al gobierno de México ni una tercera parte de lo que Pisa: La americana Baxter vendió 3.109 millones de pesos (US$ 159 millones) y UltraLaboratorios un total de 3.001 millones de pesos (US$ 153 millones), ambas en el mismo periodo.
Hay que aclarar que estas cifras se basan en las cantidades máximas asignadas en las licitaciones abiertas, porque normalmente el Gobierno no ejerce la totalidad de los contratos. Las empresas concursan por el 100% pero al final la institución pública está obligada a comprar un mínimo de 40%. Es decir, son como promesas de compra que no se concretan al 100%. Pero son referencia.
El análisis de INEFAM revela que entre los factores que llevaron a Pisa a tener ese lugar de privilegio como proveedor de Gobierno fue su capacidad de dar precios bajos, tal como fueron las exigencias de los últimos dos sexenios. Hay que recordar, la búsqueda de ahorros en medicamentos viene desde el sexenio de Calderón, seguido por el de Peña Nieto; y cada año se fueron presumiendo los millonarios ahorros logrados.
Un indicador claro en esto es que, aun vendiendo productos de especialidad, el precio promedio en que Pisa vendió toda la gama de sus genéricos fue de 20,50 pesos(US$ 1,04), por abajo de los 25.66 pesos promedio en que vendió su siguiente competidor, Baxter, e incluso por debajo del precio promedio obtenido en estos años por el Gobierno, y que fue de 31.81 pesos, siempre hablando de medicamentos genéricos.
Las claves más importantes que Pisa vendió en los últimos 3 años fueron: insulina humana, solución inyectable (cloruro de sodio), omeprazol y metformina, aunque la gama de lo que fabrica en sus plantas está muy diversificada; entre inyectables, sólidos orales, tópicos, etcétera.
Y hablando de las instituciones que más le han comprado a Pisa, indudablemente es el IMSS que absorbe más de la mitad de sus ventas. Le vendió en ese lapso 6.980 millones de pesos (lo cual es acorde a la parte del mercado público que cubre el IMSS). Es seguido muy de lejos por el ISSSTE con 1.768,9 millones de pesos (US$ 90,4 millones), y por la Secretaría de Salud (Seguro Popular) con 1.347 millones de pesos. Sedena y Semar se quedan muy atrás con 179.9 y 174.3 millones, respectivamente.