En su nueva canción, Head above water, relata la pelea contra este problema en su salud.
"Es mi vida por lo que estoy peleando, no puedo partir las aguas, no puedo llegar a la orilla, y mi voz se convierte en lo que me hace seguir, no dejaré que esto me tire por la borda", canta la canadiense Avril Lavigne en su regreso a la música luego de cinco años de ausencia. Y canta eso porque la razón por la que estuvo apartada de los escenarios fue la enfermedad de Lyme, una infección producida por una bacteria que puede afectar al paciente de forma crónica y hasta llevarlo a la muerte.
Lavigne había publicado su disco más reciente en 2013, y al tiempo anunció que había contraído la enfermedad, que se transmite por la picadura de una garrapata infectada. Si bien luego del anuncio siguió tocando un tiempo más, desde 2015 no se publicaba nuevo material. Con la balada Head above water, anticipa su sexto disco y marca su regreso definitivo, al tiempo que relata su pelea contra la enfermedad.
"Dios, mantén mi cabeza sobre el agua, me ahogo en el fondo, ven a rescatarme, estaré esperando, soy demasiado joven para dormir", canta en el estribillo la artista de 33 años. El video de la canción, publicada este miércoles, es una de las tendencias actuales de Youtube, y acumuló rápidamente los primeros millones de reproducciones en las distintas plataformas virtuales.
Durante su proceso de recuperación, la cantante se convirtió también en una activista por el hecho de que se conozca la enfermedad, sus síntomas e impacto. De hecho, creó una fundación con su nombre dedicada a la prevención e investigación de tratamientos para la enfermedad.
¿Qué es la enfermedad de Lyme y cuales son sus síntomas?
Es un tipo de zoonosis (enfermedad transmitida por animales) y tiene diferentes etapas. La primera es simplemente una erupción en la piel y luego empiezan a aparecer el cansancio, fiebre, escalofríos y dolor de cabeza. La siguiente etapa empieza a afectar al corazón, los huesos y el sistema nervioso, con una lista de posibles síntomas como la parálisis, el dolor en las articulaciones, meningitis, y en una etapa más avanzada, la artritis y trastornos neurológicos graves como pérdida de memoria y trastornos del sueño.
La enfermedad puede ser mortal, y también tener un efecto crónico sobre el paciente, más allá de los tratamientos con antibióticos a los que son sometidos.