La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que “para proteger la audición, al utilizar auriculares o cascos, se debería bajar al mínimo el volumen y realizar pausas”.
“La pérdida auditiva puede ocurrir a cualquier edad”. Así lo afirma Paola Freire, médico otorrinolaringóloga.
Hay varios factores que derivan en un problema auditivo, según los expertos, entre ellos, de tipo congénito, por algún síndrome, por causa de otitis (inflamación del oído interno, medio o externo, usualmente acompañada de una infección), por la exposición a ruido y en la actualidad por el uso indiscriminado de los auriculares (volumen alto y tiempo exagerado) principalmente en los jóvenes. “Tenemos un alto porcentaje de jóvenes entre los 12 y 40 años con pérdida auditiva”, reitera Freire.
“Actualmente personas a partir de los 28 años ya empiezan a presentar problemas de audición leve, por el mal uso de los audífonos. Se van a vender más prótesis auditivas que antes”, agrega Daniel Salgado, capacitador audiológico.
Una hora al día recomiendan el uso de los audífonos y de preferencia los grandes, “porque estos hacen que el sonido excedente no ingrese y por lo tanto no (requiere) subir el volumen...”, dice Salgado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que “para proteger la audición, al utilizar auriculares o cascos, se debería bajar al mínimo el volumen y realizar pausas”.
Otro factor, según lo manifiesta Freire, se vincula con la edad. Los problemas tienen su inicio a los 50, por la enfermedad presbiacusia (disminución progresiva de la pérdida auditiva y de la nitidez de la audición).
De acuerdo al sitio web del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades, en Ecuador hay 65.821 personas con discapacidad auditiva registradas.
Síntomas
Salgado indica que el paciente con inicios de pérdida auditiva no lo nota, pero sí las personas que están a su alrededor.
En otros casos se le presenta tinnitus, un daño de las células ciliadas que están en el oído interno que crean ruidos internos. “Empiezan los pacientes a escuchar como cascadas, grillos, pitos dentro del oído...”, explica.
“Todos esos sonidos empiezan a dañar el oído, la cóclea del oído, por lo que ahí se puede evidenciar mucho más pronto la pérdida auditiva de una persona que piensa que está bien...”, agrega Salgado.
Por su parte, Freire comenta que hay muchas enfermedades del oído que son tratables con medicación y otras quirúrgicamente.
En ese contexto, aconsejan acudir una vez al año para una valoración audiológica y de esta manera prevenir patologías.
Consecuencias
Depresión y demencia son algunas de las consecuencias cuando una persona no escucha. “Se ha evidenciado que hay ciertos pacientes con problemas auditivos que empiezan a tener demencia con el tiempo”, señala Salgado.
Recomendaciones
Freire y Salgado son muy enfáticos en cuanto a la limpieza. “No deben usarse cotonetes por ningún motivo. Es absolutamente prohibido el uso de los cotonetes”, dice Freire.
“(Con las vinchas invisibles) lastimamos y al mismo tiempo tienen bacterias, y cuando se lastima, ingresan las bacterias, puede crear una otitis externa, que es una infección del conducto auditivo que conlleva a una pérdida auditiva. Nos podemos perforar el tímpano”, añade Salgado.
La limpieza se debe realizar solo en la parte exterior, según los médicos, quienes recalcan que la cera es “para cuidar justamente de las bacterias, insectos y (es como) un veneno para ese tipo de agentes que pueden dañar nuestro oído...”.
La OMS resalta que “el oído es un órgano que se limpia por sí solo y no requiere una limpieza activa...”.