El equipo puede incluir además de un médico a un psicólogo, un terapeuta del habla, un terapeuta ocupacional y un maestro.
El mejor tratamiento para el autismo debe combinar de varias disciplinas, aseguró el doctor Roberto Solís Carrillo, director ejecutivo del Hospital de Rehabilitación del Callao al celebrarse el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
“No existe un único tratamiento para el autismo. La mejor recomendación para el autismo es combinar varias disciplinas, como psicología, fonoaudiología, psiquiatría, neurología, psicopedagogía, terapia ocupacional, terapia física, integración escolar o educación especial, orientación y psicoeducación a padres, entre otras”, comentó.
Solís dijo que el tratamiento debe ser personalizado a las exigencias de cada niño y que hay muchas maneras de maximizar la capacidad del niño. "Cuanto antes se comience, mayores son las probabilidades de tener más efectos positivos en los síntomas y las aptitudes. Los tratamientos incluyen terapias de comportamiento y de comunicación, desarrollo de habilidades y/o medicamentos para controlar los síntomas".
Comentó que al principio puede ser difícil descubrir si un niño tiene trastorno del espectro autista (TEA). "Los padres, generalmente, son los primeros en darse cuenta de que algo podría no estar bien. Tal vez, el niño tiene la edad suficiente para empezar a hablar, pero no lo hace. O puede ser que el niño parezca no interesarse en las personas, tenga dificultades para jugar con los demás o actúe de maneras extrañas”.
Detalló que a menudo, los especialistas trabajan juntos como equipo para descubrir si hay un problema. Además del médico, el equipo podría incluir un psicólogo, un terapeuta del habla, un terapeuta ocupacional y un maestro.
"No existe cura para el autismo, pero los médicos, los terapeutas y los maestros pueden ayudar a los niños a aprender a comunicarse mejor. El equipo multidisciplinario puede ayudar a mejorar las habilidades sociales de un niño, ya que puede aprender cosas como respetar turnos y jugar en grupo", remarcó.
Sobre el autismo
Los síntomas de un niño pueden ser muy leves o graves, o pueden estar en el medio de estos extremos, añade el experto. Por ejemplo, dijo, es posible que algunos niños se molesten si hay mucho ruido o sonidos demasiado fuertes. A los niños que tienen síntomas más leves no les molestan tanto los ruidos fuertes. Una persona con síntomas leves, tal vez, necesite solo un poco de ayuda. Pero un niño con síntomas graves podría necesitar mucha ayuda para aprender y realizar las tareas de todos los días.
Los niños con autismo, a menudo, no pueden establecer las conexiones que otros niños hacen con facilidad. "Por ejemplo, cuando las personas sonríen, tú sabes que se sienten felices o contentas y, cuando están enojadas, puedes saberlo por las expresiones de su rostro o por su voz. Pero para muchos niños que tienen trastornos del espectro autista es muy difícil comprender qué son las emociones y qué piensan las demás personas. Es posible que actúen de un modo que parece raro y puede ser difícil comprender por qué lo hacen", añadió el experto.