La conductora de 65 años es una de las mujeres más ricas del mundo, con una fortuna
Oprah es la celebridad más famosa de Estados Unidos. La podemos ver constantemente en las ceremonias de grandes premios de Hollywood, charlas de autoayuda y en eventos como la boda real del príncipe Harry y Meghan Markle.
Se consolidó como la reina de los “talk shows” con las 25 temporadas que duró The Oprah Winfrey Show, programa por el que pasaron las celebridades más importantes de Hollywood para contar sus proyectos, pero también develar sus más grandes secretos.
La conductora de 65 años, originaria de Misisipi, es una de las mujeres más ricas del mundo con una fortuna que se estima en 3 mil millones de dólares, consigna Vanity Fair, sin embargo, pese a todo su éxito, Oprah tuvo una infancia difícil donde vivió una desgarradora historia que la marcó para siempre.
Una infancia muy diferente de su realidad
Winfrey ha sido abierta respecto de su historia, señalando en más de una ocasión que vivió una infancia miserable y muy distante de la realidad que disfruta en el presente.
La conductora nació en Kosciusko, un pequeño pueblo de Misisipi, al sur de Estados Unidos. Hija de madre soltera, fue criada por su abuela en un ambiente de pobreza que le valió el apodo de “Niña saco”, ya que vestía con ropa hecha de sacos de papas, sostiene BBC.
Lamentablemente, cuando tenía sólo 9 años fue víctima de una violación por parte de un primo, lo que reveló a su audiencia en 1986, animada por el testimonio de una joven que contó su historia de abuso.
“Cuando confesé por primera vez en The Oprah Winfrey Show que habían abusado de mí, lo hice porque años antes una niña contó su propia historia de abusos en el programa People Are Talking que hacía en Baltimore y en aquel entonces no tuve el coraje de decir en voz alta: ‘Yo también"” destaca El Mundo.
Lamentablemente la historia de abuso no quedó ahí, la también actriz sufrió abuso por parte de familiares y amigos de su familia entre los 10 y 14 años, momento en el que fue enviada a un centro de Detención Juvenil donde quedó embarazada de un bebé que perdió, ya que nació prematuro.
La “Ley Oprah”
Pese a que la historia no fue fácil para la animadora, quien señaló que “cualquiera que haya sido abusado, física o verbalmente, va a tener que invertir una gran parte de su vida en reconstruir su autoestima” -consigna El Mundo-, supo sacar provecho de la situación y generar un cambio para su comunidad.
En los años 90, Winfrey aprovechó su vitrina y participó activamente en una campaña que logró iniciar la Ley Nacional de Protección Infantil.
Oprah testificó ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos y logró que en diciembre de 1993 se promulgara la Ley Oprah, que establece la mantención de una base de datos con la información de las personas que han sido condenadas por abuso de menores, con el objetivo de proteger a los niños, consigna su sitio web.
Winfrey mencionó en ese momento que hablaba “en nombre de los niños que desean ser escuchados, pero cuyos gritos, deseos y esperanzas creo que, con frecuencia, caen en oídos sordos”.
Sin embargo, su compromiso no quedó ahí, ya que luego continuó utilizando su pantalla para solicitar a los votantes de Estados Unidos que se comunicaran con sus senadores con el objetivo de impulsar leyes que protegieran a los menores de estos depredadores.
Su potente discurso
En la era del “Me Too”, cuando todas las mujeres asistían de negro a la ceremonia de los premios Golden Globes en 2018 para manifestarse por las historias de abuso que recién habían salido a la luz, Oprah fue galardonada con el premio Cecil B. DeMille, que honra la trayectoria cinematográfica de los artistas, momento que aprovechó para emitir un emotivo y potente discurso en torno a temas que la afectaron directamente, como el racismo y el acoso sexual.
La también nominada a los premios, recordó la historia de Sidney Poitier, el primer afroamericano ganador del Oscar al mejor actor, y la sensación que tenía en ese momento junto al significado que ese premio tenía para su comunidad. Esto lo enlazó con que ella estuviera en el escenario recibiendo el importante premio, puesto que probablemente habrá alguna niña que vea por televisión que ella es la primera mujer afroamericana que gana el Cecil B. DeMille, indicando que “es un honor y es un privilegio compartir la noche con todas ellas”.
También se refirió a las historias sobre abuso que se estaban develando en Hollywood, luego de años de silencio: “Hablar de la verdad es la herramienta más poderosa que tenemos. Me siento inspirada y orgullosa por las mujeres que se han sentido fuertes como para compartir sus experiencias”.
En concordancia con el mismo tema, recordó la historia de Recy Taylor, una mujer afroamericana que fue secuestrada y violada por 6 hombres blancos en 1944.
Taylor denunció el hecho, sin embargo, pese a tener el apoyo de movimientos que abogaban por los derechos de negros o la activista más celebre de aquellos años, Rosa Parks, no hubo condenas para los culpables, pero eso no detuvo a Recy, quien hasta el final de los días luchó para hacer pública su historia.
Winfrey señaló que Racy vivió en una sociedad con una cultura rota por hombres poderosos, donde las mujeres no han sido escuchadas o creídas si contaban su verdad ante el poder de esos hombres, momento en el que destacó que su tiempo acabó, aludiendo al movimiento “Time’s Up” que apoya a las víctimas de acoso.
“Quiero que todas las niñas que ven esto sepan que tenemos por delante un nuevo día. Y cuando amanezca será gracias a mujeres magníficas, muchas de las cuales están en esta sala”, sostuvo para finalizar su discurso indicando que “la lucha contra los acosos continúa”.
Medalla de la libertad
Una muestra del poder que tiene Oprah sobre la sociedad americana se pudo ver en las elecciones que elevaron a Barack Obama como el primer presidente afroamericano de Estados Unidos. Winfrey apoyó su campaña siendo el respaldo fundamental para que Obama derrotara a Hillary Clinton en las primarias del Partido Demócrata y luego en la candidatura que lo llevó a la Casa Blanca.
La cercanía con los Obama le valió la consideración para recibir en 2013 la “Medalla de la Libertad”, la condecoración más importante que puede recibir un civil en Estados Unidos, un premio que reconoce su trayectoria como comunicadora.
Barack Obama consignó en su discurso que su mensaje fue siempre “Tú Puedes… Tú puedes hacer, puedes ser, puedes crecer y puedes ser mejor”, siendo ella el ejemplo viviente de esto.
Además, se refirió a parte de los logros de Winfrey, como sus 40 Emmy o la distición de ser la primera mujer multimillonaria negra, aunque destacó que su mejor fortaleza es siempre haber tenido la capacidad de ayudar a que descubramos lo mejor de nosotros mismos.
El reconocimiento también destacó que fue una de las primeras mujeres afroamericanas con una plataforma a nivel nacional para discutir los problemas que afrontaba el país.
También alabó la labor de Oprah fuera de la pantalla, apoyando especialmente en el surgimiento de jóvenes mujeres en el mundo, como por ejemplo la escuela “Academia de Liderazgo para mujeres Oprah Winfrey” que inauguró en Sudáfrica, con la que tiene especial cercanía.