Destaca un chasis de doble de cuna de acero, más robusto, y con nueva geometría con respecto a tras versiones.
La nueva generación de la motocicleta más reconocida de la marca inglesa viene con respeto a su tradición: inspirada en los años 50, pero al mismo tiempo con un guiño a los nuevos tiempos.
En cuanto al pasado, por ejemplo, destaca su insistencia en un chasis de doble de cuna de acero, aunque más robusto y con nueva geometría. Mientras que en sus aspectos más modernos sobresale su evolución de los sistemas de refrigeración de aire al estándar actual de refrigeración líquida.
Dentro de las cinco motocicletas que son parte de la flota, la Bonneville T120 (y su variante T120 Black) es la que tiene el motor más grande.
Posee un bicilíndrico en paralelo de 1.200 cc., con cuatro válvulas por cilindro que entregan 105 Nm a 3.100 rpm, lo que representa un notorio incremento de 54% de potencia con respecto a la versión anterior.
También se incorporaron otros elementos tecnológicos que ya están presentes en la industria, tales como encendido y acelerador electrónico, control de tracción y llave de contacto con chip de reconocimiento, además de frenos ABS.
El equipamiento también se modernizó: puños calefaccionados, luces led delanteras y traseras, velocímetro y tacómetro digitales, además de un puerto USB escondido bajo el asiento para cargar el celular u otro gadget.
La tercera motocicleta en cuestión es la Street Twin, que posee un motor de alto par de 900 cc. y ocho válvulas. Es ideal para uso en carretera y calles urbanas. Al igual que su hermana mayor posee frenos ABS de última generación, led frontales y laterales, entre otros elementos.
Para cerrar están las Thruxton y Thruxton R de 1200 cc., pensadas para los amantes de las Café Racer. Su rendimiento es 62% superior a su antecesora, gracias a los 112 nm a 4.950 rpm que es capaz de entregar su motor.
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