Se espera que los excedentes de oferta de Rusia y Ucrania se agoten a fin de año, obligando a compradores a buscar cargamentos de orígenes alternativos.
Molinos de harina de Asia buscarían realizar inusuales compras de trigo de Argentina en los próximos meses, en momentos en que un segundo año de sequía en Australia, su proveedor habitual, limita la oferta del cereal.
Por el momento, los importadores de trigo de Asia, entre ellos Indonesia -el principal comprador del grano del mundo-, están adquiriendo la mayor parte de sus embarques de la región del Mar Negro.
Pero se espera que los excedentes de oferta de Rusia y Ucrania se agoten a fin de año debido a una caída en su producción y a una fuerte demanda exportadora, obligando a compradores a buscar cargamentos de orígenes alternativos, dijeron operadores y analistas.
"A partir de diciembre y en el primer trimestre del 2019, esperamos que parte del trigo excedente de Argentina venga a Asia", dijo un operador de una empresa de comercio internacional basado en Singapur.
"Hay una caída productiva en muchos países exportadores, pero Argentina está esperando una mayor cosecha", agregó.
Asia es la principal región consumidora de trigo del mundo. El continente demandaría 304 millones de toneladas del cereal en la campaña 2018/19, lo que representaría un récord de 41,1% del consumo global del cultivo, de acuerdo a pronósticos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Asia también es el mayor importador internacional del producto. Según el USDA, sus compras de trigo treparían a 57,5 millones de toneladas este año, marcando un crecimiento de más de 50% desde el ciclo 2010/11 para alcanzar su segunda mayor marca de la que se tiene registro.
Sin embargo, varios países exportadores de trigo clave han sufrido sequías en los últimos meses y el continente tendría dificultades para satisfacer sus necesidades a través de fuentes tradicionales.
En Rusia, el principal proveedor mundial de trigo, la cosecha del cereal caería a 71 millones de toneladas en la campaña que termina en junio del 2019, desde el récord de 84,99 millones de toneladas recolectadas el año pasado, de acuerdo al USDA.
El martes, Australia recortó en casi un 13% su previsión de producción de trigo, a 19,1 millones de toneladas, debido a los efectos de una sequía que afecta a la costa este del país y que ubicaría la cosecha australiana del cereal en su nivel más bajo en 10 años.
En cambio, datos del USDA indican que la producción de trigo de Argentina crecería a 19,5 millones de toneladas, desde los 18 millones recolectados la campaña pasada, y muy por encima de los 11,3 millones recolectados en el ciclo 2015/16.
"Previamente hubo preocupaciones por condiciones secas, pero las lluvias recientes en Argentina han sido muy buenas", dijo un analista de materias primas agrícolas de un banco internacional - basado en India-, que agregó que la cosecha de trigo del país podría superar los 20 millones de toneladas.
El excedente de oferta del país sudamericano sería de entre 4 y 5 millones de toneladas, una vez descontados la demanda doméstica y las compras brasileñas, dijeron dos fuentes del mercado.
En el mercado de Chicago, los futuros del trigo han registrado un alza de cerca del 20% en lo que va del 2018 ante la probabilidad de una caída de la oferta y tras cinco años consecutivos de producción récord y precios más bajos.
No obstante, los agricultores de Argentina podrían demorar sus ventas de trigo y sembrar menos maíz en la campaña 2018/19, en respuesta a un nuevo impuesto a las exportaciones que el Gobierno anunció la semana pasada.
El valor de trigo ruso con destino a Asia fue previsto en cerca de US$250 por tonelada, incluyendo coste y flete, para esta semana. El precio del trigo de origen argentino es de US$275 por tonelada y el del cereal australiano de US$290 por tonelada.