Farmacéutica inglesa adquirió el 55% de la compañía responsable del Acalabrutinib, un inhibidor de BTK para tratar el linfoma de células B, que está a punto de concluir sus pruebas clínicas y salir al mercado.
US$ 4 mil millones es el monto de la transacción con la que la compañía inglesa AstraZeneca adquirirá el 55% de la neozelandesa Acerta Pharma, según informó la primera en un comunicado. Para dicha empresa, la operación financiera representa la expansión de su área de oncología, especialmente en lo referido a cáncer a la sangre.
La transacción, que consistirá en un pago inicial de US$ 2,5 mil millones, ocurre en momentos en que la neozelandesa está ad portas de terminar las pruebas clínicas de Acalabrutinib, un fármaco diseñado para inhibir la Tirosina kinasa de Bruton (BTK, por su sigla en inglés), una enzima necesaria para el desarrollo del cáncer a la sangre. El trámite se encuentra en la fase de observación de resultados en seres humanos. Los restantes US$ 1,5 mil millones serán pagados una vez que el medicamento reciba aprobación en Estados Unidos.
"Acalabrutinib entrega un complemento a nuestra aproximación a la inmunoterapia", manifestó el CEO de AstraZeneca, Pascal Soriot, quien agregó que "esperamos trabajar de cerca con Acerta y beneficiarnos de la considerable experiencia clínica que aportan en esta compleja área de la medicina".
El acuerdo también incluye opciones que dejan abierta la oportunidad de que los accionistas de Astrazeneca compren el 45% restante de la inglesa, las cuales también dependen de la aprobación de Acalabrutinib en Estados Unidos y Europa.
Según el programa de desarrollo comunicado por la neozelandesa considera el inicio de los trámites regulatorios del fármaco en la segunda mitad de 2016, apuntando a personas con tipos específicos de trastornos hematológicos. La empresa espera que, una vez lanzado al mercado, Acalabrutinib alcance ventas por US$ 5 mil millones anuales a nivel global.