Unos 5000 millones de personas —dos tercios de la población mundial— carecen de acceso seguro y asequible a servicios de cirugía, anestesia y obstetricia, aunque en un tercio de la carga mundial de morbilidad se necesita tomar decisiones o aplicar tratamiento quirúrgico o anestésico. Los servicios de cirugía y anestesia son un elemento importante en los tratamientos de los enfermos. A pesar de la enorme carga de morbilidad, se suele pasar por alto la atención quirúrgica, anestésica y obstétrica segura y asequible. (i)
¿Por qué ocurre esto? Puede ser porque la cirugía y la anestesia no son servicios patológicos. (i) Son modalidades de tratamiento que abordan una amplia gama de enfermedades humanas, tales como infecciones y afecciones y lesiones no transmisibles, maternas, infantiles, geriátricas y traumáticas, y los organismos de desarrollo internacional han puesto énfasis en programas verticales centrados en una sola enfermedad.
Antes de 2015, prácticamente no existían datos mundiales sobre procedimientos quirúrgicos, anestésicos y obstétricos. Sobre la base de la noción que “no se puede gestionar lo que no se mide”, la Comisión Lancet sobre la Cirugía Global (i) desarrolló seis indicadores sobre cirugía, obstetricia y anestesia (abordados en este blog) (i) y recopiló información sobre ellos. El análisis de estos datos muestra grandes brechas en estas áreas en los países de acuerdo con el grupo de ingreso.
En los países de ingreso alto hay 70 veces más trabajadores quirúrgicos por cada 100 000 personas que en los países de ingreso bajo.
La fuerza laboral de “especialistas quirúrgicos” (cirugía, anestesia y obstetricia) es extremadamente pequeña en los países de ingreso bajo (1 especialista por cada 100 000 habitantes) y en los países de ingreso mediano bajo (10 por cada 100 000 habitantes), mientras que hay 69 por cada 100 000 habitantes en los países de ingreso alto. Las diferencias existentes entre los países de ingreso alto y los países de ingreso bajo y de ingreso mediano son aún mayores en la densidad de especialistas quirúrgicos que en la densidad de médicos. (i)
¿Por qué importa que haya un número relativamente bajo de especialistas quirúrgicos? Por un lado, la esperanza de vida en los países se correlaciona con la densidad de la fuerza laboral quirúrgica, especialmente por encima del punto de referencia de 20 trabajadores por cada 100 000 personas. En los países de ingreso bajo donde hay menos especialistas quirúrgicos, las personas tienden a morir jóvenes, y la esperanza de vida más corta se debe a menudo a la mortalidad de bebés y de recién nacidos.
El volumen quirúrgico —el número de procedimientos realizados en un quirófano— es inferior al punto de referencia de 5000 por cada 100 000 habitantes en todos los países de ingreso bajo y en la mayoría de los países de ingreso mediano bajo.
La falta de acceso a una atención quirúrgica, anestésica y obstétrica segura y asequible se observa además en el número de procedimientos llevados a cabo. La Comisión Lancet sobre la Cirugía Global estableció como punto de referencia del volumen quirúrgico una cantidad de 5000 procedimientos por cada 100 000 personas. Ninguno de los países de ingreso bajo que cuenta con datos disponibles, ni la mayoría de los países de ingreso mediano bajo han alcanzado este punto de referencia. El tercio más pobre de la población mundial recibe solo el 6 % de los procedimientos que se realizan en el mundo. Al igual que con la fuerza laboral quirúrgica, el volumen quirúrgico también se correlaciona con la esperanza de vida al nacer hasta el punto de referencia. Los datos para este indicador son escasos, lo que indica que no se recopilan de manera sistemática en los sistemas de información sanitaria de los países.
La mayoría de las personas en los países de ingreso bajo y mediano bajo no puede pagar la atención quirúrgica. Siete de cada 10 personas en los países de ingreso bajo corren el riesgo de usar más del 10 % de sus ingresos totales en gastos directos por atención quirúrgica y de anestesia cuando necesitan hacerse un procedimiento quirúrgico. (i) Por otro lado, en los países de ingreso alto, menos de 1 de cada 10 personas está expuesta a tal riesgo financiero.
Además, 9 de cada 10 personas en los países de ingreso bajo corren el riesgo de caer en la pobreza debido a los pagos directos por atención quirúrgica y de anestesia cuando deben someterse a una cirugía. En los países de ingreso alto, menos de 1 de cada 50 personas enfrenta este riesgo.
La cirugía debe ser incorporada como un aspecto indivisible e indispensable del sistema de salud.
La comunidad quirúrgica mundial comenzó a actuar para cubrir estos vacíos. (i) Se necesita inversión en las siguientes esferas:
- Recopilación de datos y presentación transparente de informes;
- Planificación a nivel nacional en materia de cirugía, anestesia y obstetricia;
- Mecanismos de financiamiento mundial para atención quirúrgica, anestésica y obstétrica;
- Incorporación de la atención quirúrgica, anestésica y obstétrica en los programas de fortalecimiento de los sistemas de salud, y
- Soluciones a los problemas de riesgos financieros derivados de la prestación de atención quirúrgica.
Muchos países de ingreso bajo y de ingreso mediano carecen de sistemas integrales de atención de salud sólidos. La cirugía y la anestesia representan una importante base transversal para estos sistemas.
Afortunadamente, el mundo está reaccionando y la comunidad mundial de especialistas quirúrgicos ha hecho grandes progresos en los últimos años. El Grupo de gestión de datos sobre el desarrollo del Banco Mundial (DECDG) comenzó a colaborar con el equipo quirúrgico mundial e incluyó sus indicadores quirúrgicos en los Indicadores del Desarrollo Mundial (WDI) para llevar a cabo tareas de monitoreo, extensión y promoción de esta información. Los ministerios de salud de varios países africanos comenzaron a trabajar con el equipo quirúrgico mundial en la integración de la cirugía y la anestesia en sus planes nacionales de salud. La comunidad quirúrgica mundial empezó a comunicarse con los organismos de desarrollo internacionales para abogar por los países de ingreso bajo y de ingreso mediano que necesitan financiamiento para fortalecer sus sistemas de salud, incluidos los servicios de cirugía y anestesia. El departamento del Programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Atención de Emergencia y Quirúrgica Esencial colabora con el equipo quirúrgico mundial y desempeña un papel más activo en el ámbito de la cirugía mundial y la recopilación de datos.
Por último, pongamos énfasis en que el equipo quirúrgico mundial no aboga por la cirugía frente a las enfermedades infecciosas, o la cirugía frente a otras cosas. Su posición es que la atención quirúrgica y la anestesia deben integrarse como una parte indivisible e indispensable de un sistema integral de salud que proporciona una atención completa a los pacientes en todo el mundo.
Este es solo el comienzo. Se necesitan más inversiones para actividades de monitoreo de los datos y fortalecimiento de los sistemas de salud.