La altura y la calidez del público son algunos de los aspectos que los tenistas reconocen del torneo en la capital de Ecuador.
La altura de Quito (2.850 msnm) y el trato que reciben por parte de la afición ecuatoriana se convirtieron en los atractivos para que reconocidos tenistas vengan a la cuarta edición del ATP 250 Ecuador Open Quito, que consagró como nuevo campeón al español Roberto Carballés Baena (76 ATP).
Los jugadores como Pablo Carreño, número 10 del mundo, Albert Ramos (20 ATP), Gael Monfils (43), Paolo Lorenzi (52), o Víctor Estrella (139), quien es tres veces ganador del torneo, coincidieron que la altura capitalina y el apoyo de la gente fueron, entre otros, los motivos por los que decidieron venir a jugar a Quito.
“Hace dos años vine por primera vez y me gustó mucho porque es una experiencia única poder jugar en Quito, creo que es prácticamente el único torneo de todo el circuito que se dan estas características (altura) y también es bonito jugar así”, mencionó Carreño.
El español, quien cayó en segunda ronda frente al eslovaco Andrej Martin, añadió que “a parte de que el trato con los directores del torneo, los organizadores y la gente es excepcional y creo que es una oportunidad única el poder disputar el certamen”.
Durante una semana los 32 jugadores que intervinieron en el cuadro principal, incluido el jugador local Roberto Quiroz, y los que disputaron la fase de clasificación, recibieron el afecto de los aficionados no solo en el club Jacarandá de Cumbaya (nororiente de Quito), sino en los otros eventos que asistieron fuera de las canchas.
“La motivación es jugar los torneos ATP, Quito es uno de los más importantes y estoy feliz de estar aquí. La gente me apoya mucho y eso es importante porque cuando estas en la cancha los seguidores te ayudan con su aliento”, sostuvo el italiano Paolo Lorenzi en un encuentro con los medios desarrollado en uno de los centros comerciales de Quito.
Por su parte, el tricampeón del ATP ecuatoriano, el dominicano Víctor Estrella resaltó que lo importante es adaptarse a la altura para que no afecte en el juego. “Quito es una de mis ciudades y torneo favoritos, sin duda contento de volver. Me acomodo bastante bien a la altura, saco provecho de ella y de que el público me apoya y me da toda su energía.
En esto coincidió el español Albert Ramos Viñolas, quien perdió 3-6, 6-4 y 4-6 en la final ante su compatriota Roberto Carballés Baena, que reemplazó en el trono a Víctor Estrella Burgos, ganador de las tres ediciones anteriores.
“Este es un torneo en el que nunca se sabe, la altura iguala muchos los partidos. El tenis es impredecible y más en Quito con la altura que se empareja mucho las cosas y es complicado. Si no estás concentrado o si tienes cinco minutos malos se te escapa un set en un momento. Lo importante es adaptarse pronto”, manifestó Ramos.
Una vez culminada la cuarta edición del ATP 250 Ecuador Open Quito, la organización, liderada por el ecuatoriano Fabricio Valdivieso y el colombiano Manuel Mate, empezó a trabajar en la planificación del siguiente torneo, que se cumplirá en febrero del próximo año.