Tras la aprobación de la ley el pasado 7 de diciembre, este martes se realizaron las primeras uniones en distintas ciudades del país.
Con los primeros minutos de este martes, los atletas Craig Burns y Luke Sullivan contrajeron matrimonio en Australia. De esta forma, se convirtieron en la primera pareja homosexual en hacer realidad la ley aprobada por el Parlamento de ese país de Oceanía el pasado 7 de diciembre que permitió los matrimonios entre personas del mismo sexo, modificando un texto legal que databa de 1961.
"La igualdad para casarnos es un gran paso hacia adelante para Australia", dijo Sullivan a la cadena ABC. La luna de miel de la flamante pareja, sin embargo, tendrá que esperar, porque ambos deportistas buscan llegar de la mejor forma a los Juegos de la Commonwealth que se celebrarán en abril en Gold Coast, en el nordeste australiano, y para ello necesitarán de cada minuto para entrenar.
"De hoy en adelante ninguna pareja deberá esperar para declarar su amor y solemnizar su compromiso hacia el otro", dijo en un comunicado Sally Rugg, representante de Getup!, una de las organizaciones que promovió la reforma legal, que se adoptó luego de que una encuesta postal no vinculante promovida por el primer ministro, Malcolm Turnbull, en cumplimiento de una promesa electoral, mostrara que más del 61 por ciento de los ciudadanos expresaron su opinión a favor de la legalización.
Pero los atletas no fueron los únicos en casarse. De acuerdo con la agencia Reuters, fueron docenas las parejas que contrajeron matrimonio a lo largo del país, que se convirtió en el estado número 26 en legalizar las uniones homosexuales. "Es mágico”, dijo Diana Ribeiro tras la ceremonia que la unió en Melbourne a su esposa, Deanne Ribeiro, ante unos 60 invitados que no pudieron contener la emoción.
"Para mí Deanne siempre ha sido mi esposa, siempre ha sido el amor de mi vida y hoy eso no va a cambiar. Esto en realidad se trata de un derecho, de igualdad”, agregó Ribeiro. Diversos grupos religiosos y legisladores conservadores han manifestado su oposición a la nueva legislación, y han presionado -sin éxito hasta el momento- a floristas y banqueros para que se nieguen a prestar servicios a matrimonios del mismo sexo.