Un estudio adelantado por médicos en Brasil señaló que la milenaria planta podría ayudar a incluso, a quienes son inmunes a los antidepresivos más fuertes.
Por siglos, la ayahuasca, o yagé ha sido bebida en rituales religiosos de comunidades ancestrales en todo Suramérica. Los chamanes, únicos autorizados para preparala, la llaman "un purgante de cuerpo y alma". Si bien Occidente se ha acercado a esta bebida en busca de experiencias psicodélicas, la ciencia parece haber demostrado que sus poderes van mucho más allá de las alucinaciones.
El estudio adelantado por investigadores del Instituto del Cerebro de la Universidad Federal Rio Grande do Norte, en Brasil, apuntó a que la ingesta regulada de esta bebida puede mejorar significativamente los estados depresivos de pacientes diagnosticados con esta enfermedad.
La prueba se hizo en Brasil, e implicó suministrarle una única dosis de la bebida a 14 personas que sufren de un grado de depresión severa y resistente a los tratamientos. A otras 15 personas con esta misma condición se les administró una bebida placebo.
Ninguno de los participantes había probado ayahuasca u otras drogas psicodélicas antes. Un día antes de ingerir la bebida, se les entregó un formulario que con preguntas estándar que descifró su grado de depresión.
El día de la ingesta, los 29 participantes se quedaron ocho horas en un ambiente controlado y tranquilo. Quienes tomaron la poción preparada por chamanes, tuvieron alucinaciones durante cuatro horas. Al día siguiente, todos llenaron una vez más el cuestionario. Dos y siete días después de la experiencia, lo respondieron una vez más.
Al comparar las respuestas, los investigadores se dieron cuenta de que una semana después, el 64% de quienes habían consumido la bebida tradicional señalaron que su ánimo había mejorado en un 50%. En cambio, solo el 27% de quienes habían ingerido el placebo señalaron tal mejoría.
De acuerdo con el investigador Dráulio de Araújo, “la evidencia principal muestra que el efecto antidepresivo de la ayahuasca es superior al del efecto placebo”. David Mischoulon, médico de Hospital General de Massacusetts en Boston, señaló que si bien el estudio sugiere una rápida recuperación en el corto plazo, “es necesario hacer nuevos estudios que el hagan seguimiento a los pacientes durante periodos prologados de tiempo para ver si los efectos son sostenidos”.
Los efectos curativos de la ayahuasca pueden explicarse por las dos plantas que crean esta bebida de color oscuro y sabor amargo. La primera, Psychotria viridis, tiene altos niveles de dimetiltriptamina (DMT), el químico que produce las alucinaciones a quienes consumen ayahuasca.
La segunda es la planta de ayahuasca propiamente dicha. Esta, cuyo nombre científico es Banisteriopsis caapi, contiene diversas sustancias que impiden que el DMT se descompongan antes de que llegue al intestino, para que llegue completo al cerebro y de esta manera, tenga los efectos alucinógenos buscados.