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"Azules turquesas", el primer álbum del músico argentino Lisardo Aristimuño cumple diez años
Miércoles, Diciembre 10, 2014 - 15:51

"Ser masivo desde la autogestión es un festejo", dice el cantautor que celebra con un repertorio con más de setenta canciones y una cantidad incontable de shows por Argentina y América Latina.

Después de haber forjado un camino musical independiente y absolutamente autogestionado, el cantautor argentino Lisandro Aristimuño celebra los diez años de su primer disco "Azules Turquesas" con dos conciertos: este viernes 12 y sábado 13 en el teatro Gran Rex.

"Me interesa que sólo la música sea masiva", comenta como una forma de equilibrar la alegría por haber llegado a convocar dos fechas a sala llena en la mítica calle Corrientes y, a la vez, la extrañeza que significa pasar de un trabajo minucioso, pausado, a la vorágine que acompaña lo masivo.

Si elegir significa también resignar, en materia musical el cantautor trocó escenarios íntimos por shows multitudinarios; anonimato por la ciudad empapelada con su cara anunciando los conciertos; pero continuó enarbolando la independencia como variable inalterable.

"No fue algo sorpresivo, no me bajaron de un taxi medio drogado en el estadio de River para tocar mientras yo me preguntaba cómo es que llegué a eso. Fui eligiendo todo lo que construí y lo hice de manera cuidadosa y pensada", remarca el músico nacido en Viedma.

"Ser masivo desde la autogestión es un festejo. Luego, siempre me estoy cuidando porque sólo quiero que la música sea masiva y no yo. Y, en ese punto, lo único que extraño es esa época en la que no necesitaba cuidarme tanto de que mi cara no canse". añade.

Su intensa discografía comienza con "Azules Turquesas" (2004), al que luego suma dos continuaciones de muy buena altura: "Ese asunto de la ventana" (2005) y "39°" (2007).

Con su cuarto trabajo, "Las crónicas del viento" (2009), sube el voltaje de exposición y su nombre comienza a resonar con mayor insistencia, hasta que "Mundo anfibio" (2012), tal vez su propuesta más rockera, lo catapulta al primer Gran Rex y lo masivo, eso que ante los ojos ajenos aparece como un hito indiscutible.

A diez años de ese tímido pero contundente primer álbum, Aristimuño celebra un repertorio con más de setenta canciones, una cantidad incontable de shows por Argentina y América Latina y el reconocimiento no sólo del público, sino de artistas de la talla de Ricardo Mollo, Liliana Herrero y Fito Páez, entre otros.

"A esta altura puedo confesar que hay algunas canciones que ya me embola tocar; otras que tengo que hacer sí o sí en los shows porque es lo que el público quiere oír, porque necesitan escucharlas", asume.

Pero, también, el paso del tiempo sirve como revisión de algunos temas que no había tocado y para modificar algunos clásicos que toca obligadamente, pero aportándole nuevos sonidos: "Más que nada me fijo en los climas y en armar una buena película; que no sea igual todo el tiempo sino que el público pueda sentir, por ejemplo, cuando está entrando el malo", dice.

Coronando un 2014 fecundo, Aristimuño fue convocado por Tweety González para participar del tributo a Gustavo Cerati, fallecido el 4 de septiembre pasado, que se realizó en la TV Pública junto a otros músicos.

"Para mí fue muy importante. Yo hacía covers de Cerati en Viedma, es mi cantante favorito, con una voz muy personal, única, un artista fino por donde lo mires. Como dijo Charly, era un 'arquitecto de la música'", apuntó Aristimuño, quien eligió cantar "Ella usó mi cabeza como un revolver".

"Es un tema que me destroza -explicó-; me parece desgarrador, de las mejores canciones de amor que escuché, muy carnal, muy valiente porque habla desde la resignación y me sirvió para ver a Gustavo como un ser humano, porque para mí siempre había sido un superhéroe".

Autores

Télam/ LifeStyle.com