¿Se imagina que al cerrar sus ojos durante 20 minutos podría mejorar sustancialmente su rendimiento académico? Algunos profesores en las escuelas de negocio están comenzando a implementar técnicas de relajación con el objetivo de potenciar a sus estudiantes.
De la casa a la oficina, del trabajo a la universidad. Esa es la rígida rutina con la que generalmente deben lidiar los estudiantes de MBA. Frente a esta realidad, varias escuelas de negocio de América Latina han empezado a implementar dentro de sus programas académicos la práctica de técnicas de relajación.
AméricaEconomía conversó con expertos y docentes de diversas universidades de la región y de Estados Unidos para conocer de qué manera el desarrollo de este tipo de cursos puede traer beneficios a corto y largo plazo para los alumnos de las B-Schools.
Experimentando la meditación trascendental en EE.UU.
Hace algunas semanas, Ophra Winfrey, una de las entrevistadoras y empresarias más importantes de Estados Unidos, reconoció frente a los medios que había descubierto una técnica que había revolucionado su vida: la meditación trascendental.
Y a pesar de que sorprendió al mundo con sus declaraciones, ella no es la única que ha podido experimentar las bondades de la práctica de esta técnica. Hace varias décadas, se erigió en el estado de Iowa la Maharishi University of Management, y recientemente el Center for Leadership Performance en pleno corazón de Wall Street. Esta universidad, según algunos expertos como Andrew Scharfi está marcando un hito, un valioso referente a nivel mundial para las escuelas de negocio, sobre todo respecto a la metodología que se utiliza en las aulas.
En esta institución los estudiantes no sólo asisten a clases regularmente, sino que también son testigos de otro tipo de experiencias gracias a la práctica regular de la meditación trascendental. “Todas las mañanas y tardes, los alumnos durante 20 minutos se juntan en una sala y meditan. Esto no sólo tiene beneficios en términos de salud, sino que también los potencia en sus estudios”, recalca Rafael de la Puente, director del programa de Meditación Trascendental en Chile.
A través de esta técnica no sólo los estudiantes, sino que los profesores descubren que en poco tiempo pueden abrir la mente y aprender a manejar variables que antes no tenían a la mano. “La meditación te permite convertirte en un pescador que logra atrapar aquello que no todos pueden ver. A fin de cuentas administrar no sólo implica aplicar conceptos económicos, sino que saber guiar tu vida y eso se gana con la meditación”, señala De la Puente.
La meditación trascendental se transforma así en una herramienta fundamental para aumentar la seguridad de las personas. Lo que es clave en el ámbito de los negocios, donde al igual que los deportistas los economistas deben enfrentar riesgos, tomar decisiones rápidamente y reaccionar.
Es tal el éxito de esta metodología, que otras universidades como Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) han implementado este programa de forma esporádica entre sus alumnos. Sin embargo, todavía existe cierta resistencia frente a este tipo de prácticas en América Latina.
La aceptación de las técnicas en América Latina
Mientras en Estados Unidos la meditación cada vez gana más terreno en el mundo académico, en América Latina recién algunas universidades están comenzando a implementar cursos que buscan desarrollar el lado más humano de los estudiantes de MBA.
En la INCAE Business School hace más de cinco años se están llevando a cabo diversas técnicas de relajación en los seminarios de gerencia para liderazgo, formación de equipos de alto rendimiento e integración de los mismos. Según Carlos Aguirre, director de planeamiento estratégico de INCAE, en los cursos que se realizan participan en promedio 100 alumnos, los cuales generalmente no pueden vivir sin desconectarse de sus celulares o sus computadoras. “Lo primero que nos dicen los alumnos es: 'Pagué por un curso que se llamaba formación de equipos de alto rendimiento, no para aprender yoga'. Pero, luego descubren que este tipo de prácticas les ayudan a tener su mente y cuerpo más sanos”, comenta Aguirre.
En esta escuela de negocios se trabaja con la técnica de la bioenergética, la biodanza y se hacen dinámicas con tambores donde participan músicos profesionales que han ganado Grammys y han trabajado con Ruben Blades. “En una sala equipada las personas pueden disfrutar de esta gama de experiencias. El fin es que los estudiantes que vienen cargados, llenos de preocupaciones puedan concentrarse en el aquí y el ahora”, enfatiza Aguirre.
Según Rafael, este tipo de cursos han sido efectivos, pues no sólo se ha aumentado la disposición de los estudiantes, sino que su concentración e incluso su capacidad de liderazgo. “Al final de cuentas, nosotros estamos haciendo esto porque la gente lo pide”, señala.
Esta experiencia también se replica, aunque de forma más paulatina, en la Universidad de los Andes en Colombia. Tal y como lo recalca el profesor Alejandro Sanz de Santamaría, lo que existe en esta institución son ilustraciones que se usan en algunos cursos y programas, pero la mayor parte de estas iniciativas han surgido de forma individual de parte de los docentes.
El académico hace 15 años aproximadamente observó cómo los estudiantes iban perdiendo el interés rápidamente por las clases. Entonces decidió buscar y desarrollar técnicas que les permitieran a sus alumnos explayarse y sentirse parte de su propio programa de estudios “Los alumnos querían ser escuchados, querían participar más allá de las clases”, indica Alejandro Sanz de Santamaría.
Y a pesar de que este tipo de prácticas no son habituales en esta universidad, el docente explica que es importante que todos empiecen a tomar en cuenta la realidad de los estudiantes “Obviamente con las metodologías que existen actualmente no puede haber un cambio. Este tipo de técnicas no sólo sirven para que los alumnos estén más centrados, sino que para que aprendan a tomar mejor sus decisiones, reconocer sus errores, entre otras características”, afirma.