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"Balas y chocolate", lo oscuro y lo bello en el último disco de Lila Downs
Lunes, Junio 8, 2015 - 09:24

Como "agridulce" califica la artista mexicana su última publicación. "Contiene todo lo que me preocupa y amo de mi país", dice.

Desde niña, Lila Downs soñó en componer canciones y escribía un diario personal. Su primera influencia musical fue el género ranchero, el que la impulsó años más tarde a estudiar música. Expresar lo que le inquieta a través de tal sonido es lo que mantiene su ilusión infantil.

Desde hace más de 20 años, su voz se mezcla con el colorido del campo, el sabor a Oaxaca, la lucha social, los derechos de la mujer y la educación con ritmos como la cumbia, el folk, el jazz y la música mexicana.

"Balas y chocolate" es su reciente material discográfico. Como en sus anteriores álbumes, Downs conserva sus raíces y rescata su identidad mestiza. Sus orígenes y los motivos de su canto los relató durante el programa Entre Mujeres, La Entrevista, en Excélsior TV, conducido por Fabiola Guarneros, Paola Virrueta y Jessica Pacheco.

“Según mi mamá, cuando era chiquita, andaba por la casa con mis faldas, mis sombreros y mis cananas, imitando a los grandes como Lola Beltrán y Antonio Aguilar. Seguí esos pasos por un tiempo, pero luego me di cuenta que yo quería decirlo de una manera un poco diferente”, expresó la intérprete de La cumbia del mole.

Lila nació de la unión de dos culturas un 9 de septiembre de 1968 en Tlaxiaco, Oaxaca. Es hija de la cantante de cabaret Anita Sánchez, una mujer indígena mixteca, y de Allen Downs, un profesor de cinematografía estadunidense originario de Minnesota.

De tal mezcla hablan también sus canciones. Cuando visitaba Estados Unidos, veía a la gente de piel clara y pensaba entonces que ella debía ser así también; cuando estudió ópera, tenía la presión de lucir físicamente así. Entonces le llegó un momento de crisis y se preguntó ¿quién soy yo?

“Cuando me lo pregunté, pensé: ‘yo no soy esa que está en el espejo, soy otra persona’. Creo que la antropología hace que busque, que lea, que conozca un poco más sobre nuestra historia. Me di cuenta que no estamos solos, que Bolivia, Argentina o Colombia, muchos países hemos pasado por esta realidad difícil, de negar quiénes somos.”

Los migrantes son un tema recurrente en sus canciones, la ruptura de los estereotipos, la expresión de las mujeres y su toma de decisiones, así como la libertad en la máxima extensión de la palabra. Sin embargo, no tiene fórmulas para crear, sólo comprende que cada expresión es diferente.

Para Downs, "Balas y chocolate" es un disco agridulce: habla de la oscuridad y de lo bello de un país que ama. Con la madurez de una cantante con más de 20 años de trayectoria, deja claro que es prudente crear belleza con la vocación de los artistas, pero también sin perder de vista lo que sucede alrededor.

Ha cantado al lado de Caetano Veloso, Chavela Vargas, Enrique Bunbury, Juan Gabriel, Juanes, Santana, y cada uno
ha sido una experiencia diferente y especial en su vida y carrera.

“Creo que el más grande regalo ha sido conocer a Chavela Vargas, pero cantar con Mercedes Sosa fue muy grande para mí, porque que ella ahora sí que ha sido mi madre musical. Con Juan Gabriel ha sido una gran experiencia también, un regalo de Dios, de verdad”, dice.

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Excélsior/ LifeStyle