El reporte de la entidad emisora brasileña refleja que espera que los precios de los alimentos se enfríen a partir de junio, beneficiándose de la estacionalidad favorable. Además, estima que los bienes y servicios industriales registren una desaceleración moderada.
El Banco Central de Brasil proyectó en su escenario base que la inflación a 12 meses se desacelerará al 11,31% en agosto desde el 11,73% de mayo, mostró este jueves un reporte trimestral, coincidiendo con la opinión de que el pico inflacionario habría quedado atrás.
La proyección aún no ha incorporado los efectos de una medida aprobada por el Congreso para limitar los impuestos estatales sobre los combustibles, la electricidad y las telecomunicaciones, que debería ayudar a aliviar la inflación de dos dígitos en la mayor economía de América Latina.
El jefe del Banco Central, Roberto Campos Neto, dijo este lunes que "lo peor ha pasado" en cuanto a la inflación, y que gran parte del trabajo de la entidad sobre las tasas de interés está hecho.
Los responsables de la política monetaria ya han aumentado las tasas de interés de referencia al 13,25%, desde el mínimo histórico del 2% registrado en marzo de 2021, y prevén otra subida para agosto y el mantenimiento de las tasas en un nivel alto durante un período más largo para frenar la inflación.
El reporte del Banco Central subraya que se espera que los precios de los alimentos se enfríen aún más a partir de junio, beneficiándose de la estacionalidad favorable. Por otra parte, se espera que los bienes y servicios industriales registren una desaceleración moderada, lo que seguirá presionando los precios al consumo.
En los cálculos se ha incluido un reajuste a corto plazo de los precios de los combustibles, debido a los altos valores internacionales del petróleo.
Al mismo tiempo, el Banco Central dijo que espera que la subida se revirtiera "parcialmente" con una cierta normalización del margen de refino mundial y un descenso de los precios del etanol.