Las agencias de calificación estiman que la carga total de deuda de China supera en casi tres veces a su producción económica.
El jefe del banco central de China advirtió este jueves sobre el riesgo que representan las burbujas de activos para la segunda mayor economía del mundo, que se apresta anotar su primera aceleración del crecimiento anual desde el 2010, impulsada por el gasto público y niveles récord de créditos bancarios.
En declaraciones en los márgenes del congreso del Partido Comunista, el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, habló sobre la amenaza de un "Momento Minsky", un derrumbe en los precios de los activos en la economía que puede ocurrir tras largos periodos de crecimiento y que se desatan por elevadas deudas y presiones monetarias.
Los comentarios de Zhou se refieren a la teoría de los precios derivada del economista estadounidense Hyman Minsky y se producen luego de datos que indicaron que el crecimiento de la economía china se desaceleró en el tercer trimestre respecto a un año atrás, tal como se esperaba, pero sigue en camino a anotar su primer repunte anual en siete años.
En el aniversario 30 de la crisis del "Lunes Negro" de Wall Street, las declaraciones del gobernador chino, que posiblemente se retirará pronto, se asemejan a las preocupaciones emitidas en el pasado por otras instituciones internacionales sobre los niveles de deuda corporativa e individual en China y su efecto en la economía.
Pero aunque a veces los fondos de cobertura hablan del riesgo de un "momento Minsky" porque las burbujas crediticias de China amenazan a la economía mundial, el país asiático ha probado cada vez que los expertos se equivocan.
"Yo dudaría de que él realmente piense que China está a punto a sufrir un 'momento Minsky', pero quizás está tratando de impresionar (a otros líderes en Pekín) ante la necesidad de empezar a controlar el crecimiento del crédito", dijo Louis Kuijs, analista de Oxford Economics en Hong Kong.
"Realmente esto no depende (del banco central) (...) Tendríamos que esperar a ver qué dicen los líderes políticos sobre estas cosas", sostuvo.
Desaceleración. Los recientes esfuerzos por controlar los riesgos financieros y enfriar el mercado de propiedades están comenzando a pesar sobre la actividad.
Si bien la economía creció a un ritmo sólido de 6,8% respecto del tercer trimestre del año anterior, tal como estaba previsto, la expansión de las nuevas construcciones se ralentizó y las ventas de propiedades bajaron por primera vez en dos años y medio en septiembre.
En general, el crecimiento de la economía china está en vías de superar cómodamente la meta del Gobierno de 6,5% durante este año y la tasa de 6,7% del 2016, que fue la menor en 26 años.
Analistas e instituciones económicas como el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya han dicho que Pekín está estimulando demasiado el crédito en su intento por cumplir con sus metas de crecimiento.
Las agencias de calificación estiman que la carga total de deuda de China supera en casi tres veces a su producción económica.
Datos publicados el sábado mostraron que los bancos chinos extendieron más préstamos de lo esperado en septiembre. Aunque los créditos de las familias representaron la menor proporción porcentual del total de nuevos préstamos, su valor saltó más de 10% a US$111 millones el mes pasado, frente a agosto.
Pero hay pocas señales de que las autoridades estén haciendo los cambios necesarios en varios segmentos clave de la economía.
La expansión económica se ralentizó levemente respecto del 6,9% del segundo trimestre y analistas dicen que la actividad podría desacelerarse más por una prevista disminución en el ritmo de inversión y de construcción, a medida que más ciudades intentan enfriar los precios de las propiedades.