El último Informe de Política Monetaria (IPoM), correspondiente al mes de junio y publicado este lunes, actualizó las estimaciones de los parámetros estructurales que se utilizan para la evaluación del estado de la economía, sus perspectivas y la calibración de la política monetaria.
Este lunes el Banco Central dio a conocer el último IPoM (Informe de Política Monetaria), correspondiente al mes de junio, el cual plantea reducir la proyección de crecimiento ante la debilidad de la economía doméstica.
En detalle, la entidad planteó la necesidad de que para que “el crecimiento efectivo logre cerrar la brecha de actividad y se produzca la convergencia de la inflación a la meta, es necesario recalibrar el impulso monetario”. De este modo, decidió reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 puntos base (pb).
La inflación anual del IPC se ha mantenido en los últimos meses en niveles del orden de 2%, tanto en su medición total como en la subyacente, indicó el BC.
Para 2019, se espera que el crecimiento del PIB se ubique entre 2,75 y 3,5%, por debajo de lo previsto en marzo, principalmente por el efecto de la sorpresa negativa del primer trimestre.
Este ajuste -señaló el BC- se concentró especialmente en la minería, la agricultura y otros sectores dominados por factores de oferta. Por el lado del gasto, se observó una desaceleración importante de la inversión, en particular de maquinaria y equipos, y de las exportaciones.
En cambio, el consumo sostuvo el dinamismo previsto. En lo externo, el principal desarrollo desde el IPoM pasado ha sido la intensificación del conflicto entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales, lo que ha aumentado la aversión al riesgo, afectando la valoración de los activos, las monedas y las materias primas, así como los términos de intercambio para Chile.
Estado de la economía y sus perspectivas. En este IPoM, el BC actualizó las estimaciones de los parámetros estructurales que se utilizan para la evaluación del estado de la economía, sus perspectivas y la calibración de la política monetaria.
En lo principal, esto permitió cuantificar el efecto del fuerte flujo inmigratorio de los últimos años sobre el crecimiento tendencial y potencial, incrementándose ambos.
Por su parte, la Tasa de Política Monetaria (TPM) neutral se ha reestimado a la baja en 25 puntos base (pb), reflejando en parte la caída de las tasas neutrales a nivel internacional.
La suma de estos antecedentes llevó al BC “a estimar que, para que el crecimiento efectivo logre cerrar la brecha de actividad y se produzca la convergencia de la inflación a la meta, es necesario recalibrar el impulso monetario”. De este modo, en su reunión de junio decidió reducir la TPM en 50pb.