La depreciación del dólar frente al yen la semana pasada fue un duro recordatorio para las autoridades monetarias de cómo sus estrategias son diseñadas en gran parte por factores externos.
Ante la posibilidad de que la Reserva Federal decida pausar el ciclo de alzas de tasas de interés, el Banco de Japón se está enfocando en el riesgo de que pueda verse obligado a desplegar un mayor estímulo para impedir que una apreciación del yen afecte a la recuperación económica, dijeron fuentes.
Pocos meses atrás, las autoridades bancarias niponas debatían cómo empezar a reducir su masivo programa de estímulo monetario, preocupadas por el prolongado daño que están sufriendo las ganancias de las instituciones financieras tras años de tasas próximas a cero.
Sin embargo, la depreciación del dólar frente al yen la semana pasada fue un duro recordatorio para las autoridades monetarias de cómo sus estrategias son diseñadas en gran parte por factores externos ajenos a su control, en especial las decisiones de la Fed.
"Me puso al límite, ya que el movimiento fue impredecible y complicado de explicar", dijo un alto funcionario de finanzas sobre el desplome del dólar a un mínimo de 10 meses de 104,96 yenes el 3 de enero.
El abrupto avance del yen se convirtió en un punto clave de discusión para los ejecutivos del BoJ (Banco de Japón, por sus siglas en inglés) a su regreso de las vacaciones de fin de año al día siguiente, dijeronfuentes conocedoras del pensamiento de la institución.
Los banqueros centrales de todo el mundo están analizando cómo cambiar el paso y reducir las perturbaciones que podrían sufrir sus economías si la Fed frena su ajuste.
La consecuencia más probable para Japón sería un fortalecimiento no deseado y sostenido del yen, que dañaría las exportaciones y complicaría aún más a una economía onstinadamente ralentizada.
El creciente temor a una desaceleración a nivel mundial hizo cambiar el foco del BoJ a los riesgos para la recuperación del país y a si el mantenimiento del actual programa de estímulo será suficiente.
"Es cierto que el yen sufrirá una mayor presión alcista si la Fed deja de subir las tasas", dijo una de las fuentes. "Si la economía flaquea o aumentan los riesgos de recesión, el BoJ tendría que actuar", afirmó el funcionario, aportando un punto de vista compartido por otras dos fuentes.