Se espera que el BoJ evite expandir los estímulos en su reunión de política monetaria que finaliza el próximo jueves, ya que las exportaciones y consumo privado mejoran los prospectos de una expansión económica moderada.
El Banco de Japón tiene previsto mejorar sus previsiones sobre el crecimiento de la economía la semana próxima, pero recortaría su panorama de inflación, dijeron fuentes, lo que refuerza la expectativa de que la entidad quedará rezagada frente a otros grandes bancos centrales en el proceso de retiro de sus estímulos monetarios.
Se espera que el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) evite expandir los estímulos en su reunión de política monetaria que finaliza el próximo jueves, ya que las robustas exportaciones y consumo privado mejoran los prospectos de una expansión económica moderada.
El consejo de nueve miembros del BoJ está dividido entre quienes prevén que la economía más sólida empiece a impulsar la inflación y aquellos que creen que los precios al consumidor seguirán débiles el próximo año, dada la persistencia de los riesgos deflacionarios de Japón.
Si los más pesimistas prevalecen, el banco central podría retrasar de nuevo el plazo para cumplir con su ambiciosa meta de inflación del 2 por ciento, de acuerdo a fuentes cercanas al tema, en un nuevo revés para el experimento radical de política monetaria del gobernador Haruhiko Kuroda, que buscaba terminar de una vez por todas con la deflación.
"Creo que está tomando más de lo esperado que la inflación repunte", dijo una de las fuentes. "Puede que sea inevitable recortar las proyecciones sobre alzas de precios", dijo otra, y añadió que el aplazamiento del lapso proyectado para cumplir con ese objetivo "no puede ser descartado".
Otras dos fuentes expresaron opiniones similares y advirtieron que la debilidad subyacente de la inflación podría arruinar los esfuerzos del Banco de Japón por cambiar la percepción pública de que la deflación va a persistir.
El banco central nipón se apresta a reducir las previsiones sobre el alza de precios al consumidor para el año fiscal que finaliza en marzo de 2018 a cerca de 1 por ciento, desde el actual cálculo de 1,4 por ciento emitido en abril, dijeron las fuentes.
También se espera que el BoJ reduzca la estimación de inflación para el próximo año fiscal al 1,5 por ciento o incluso menos, desde la actual previsión de 1,7 por ciento, agregaron.
Dependiendo de cuán profundo sea el recorte a la proyección inflacionaria, el Banco de Japón podría postergar el plazo para alcanzar la meta, desde su actual estimación de "alrededor del año fiscal 2018", afirmaron las fuentes.