Entidad aún no ha podido explicar por qué la fortaleza de la economía no se refleja aún en la inflación, un dilema originado en la persistente debilidad de los precios y de los salarios.
El banco central de Japón recortará sus previsiones de inflación pero no expandirá su programa de estímulos económicos este mes, dijeron fuentes cercanas al tema, en otra señal de que la entidad se está alejando de la promesa inicial del gobernador Haruhiko Kuroda de hacer lo que sea necesario para alcanzar la ambiciosa meta de precios.
El recorte en las estimaciones de inflación representará un nuevo revés para Kuroda, a menos de un año del final de su mandato en abril, poniendo de relieve los desafíos que encara el Banco de Japón (BoJ) al utilizar sus estímulos monetarios para alentar el alza de precios y convencer a la opinión pública de que sus políticas están surtiendo efecto.
Los nueve miembros de la junta de gobierno del Banco de Japón intentarán explicar por qué la fortaleza de la economía no se refleja aún en la inflación, un dilema originado en la persistente debilidad de los precios y de los salarios, dijeron fuentes cercanas al organismo.
"Dado que la economía está en tan buen estado, es difícil explicar por qué la inflación sigue baja. El tema estará entre los asuntos clave que se debatirán en la reunión del Banco de Japón de este mes", dijo una de las fuentes.
En su comunicado tras la reunión del 19 y 20 de julio, el Banco de Japón mantendría su política monetaria sin cambios y revelaría una evaluación más optimista de la economía que la entregada en junio, al decir que la actividad se expande a un ritmo moderado, en reflejo de la robusta confianza de las empresas y del consumo, dijeron las fuentes.
Pero es posible que el banco central recorte sus pronósticos de inflación para el año fiscal que termina en marzo del 2018 y para el año siguiente, como parte de su reporte trimestral con estimaciones económicas de largo plazo que será divulgado el 20 de julio.
En su reunión de abril, el BoJ dijo que espera que la inflación al consumidor llegue al 1,4% en el actual año fiscal y a 1,7%en el año fiscal del 2018.
Los recortes anticipados probablemente serán mínimos y buscarán incorporar el impacto de los recientes declives de los precios del petróleo, la renuencia de las empresas a subir sus precios y las bajas expectativas de inflación, indicaron las fuentes.