El vicepresidente del organismo para la región explicó que antes del estallido del conflicto la previsión era que el nivel promedio de pobreza retrocediera este año dos puntos, hasta el entorno del 24%. Ahora prevé que se estanque en un nivel aproximado del 26%.
El vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo, ha señalado que la región puede sufrir un estancamiento en los niveles de pobreza como consecuencia de la guerra en Ucrania y sus implicaciones en los precios de los alimentos y combustibles.
En el foro 'Inversiones para una recuperación sostenible' organizado por IE University, el vicepresidente del organismo para la región latinoamericana ha explicado que antes del estallido del conflicto la previsión era que el nivel promedio de pobreza -bajo el umbral de US$ 5,5 diarios- retrocediera este año dos puntos, hasta el entorno del 24%.
Sin embargo, la guerra y sus efectos en los precios de los alimentos y productos energéticos han hecho que el Banco Mundial baraje varios escenarios en los que la pobreza se estanque en un nivel aproximado del 26%.
"Dependiendo de cuánto dure esta situación podríamos quedar estancados en un 26%. Es una muy mala noticia", ha subrayado el representante del Banco Mundial, que ha advertido de la alta probabilidad de que el organismo revise a la baja la tasa de crecimiento para este año por el conflicto bélico, que estaba entre el 2,5% y el 3%.
Preocupaciones con la inflación
Por otro lado, Jaramillo ha indicado que los países también tienen que lidiar este año con unos altos niveles de endeudamiento heredados de la pandemia.
Según Jaramillo, esta situación generará un panorama con "serias dificultades" para muchos países de la región, especialmente en el Caribe por su dependencia del turismo, que se vio muy afectado por la crisis del Covid-19 y que todavía no ha recuperado sus niveles previos a la pandemia.
En este escenario, Jaramillo ha vuelto a advertir de que la guerra en Ucrania generará mayores presiones en la inflación, sobre todo en los combustibles y alimentos. Asimismo, el vicepresidente del Banco Mundial se ha mostrado preocupado por el aumento en los tipos de interés de varias economías internacionales, lo que puede generar una fuga de capitales en la región y disminuir su margen de maniobra.
Por último, Jaramillo ha resaltado que otro de los problemas que afectan a Latinoamérica sigue siendo su baja productividad y su dependencia de las materias primas, que explicarían buena parte de sus bajas tasas de crecimiento en los últimos años. "Nos hace falta pasar a fases más productivas, ahora los servicios son cada vez más importantes", ha apostillado Jaramillo.