El presidente de la entidad española consideró que obligar a los bancos a tener más capital para cubrir actividades de mayor riesgo, sería mejor que forzar el desmembramiento de los grandes grupos financieros.
Londres. Las reformas destinadas a reducir los riesgos y evitar otra crisis financiera podrían resultar "muy onerosas" y perjudicar las ganancias de todo sector, dijo el principal ejecutivo del banco español Santander, el segundo mayor de Europa.
"Si todos estos elementos que se están discutiendo bajo el paraguas de Basilea III se aplican (...) sería muy oneroso, una carga pesada sobre la rentabilidad del sistema y el sector bancario", dijo este martes Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander, ante una comisión del Parlamento británico.
Sáenz dijo que era imposible predecir con exactitud el impacto ya que muchos detalles de las medidas aún se desconocen.
Los grandes bancos experimentarían una reducción anual de sus ganancias de unos US$110.000 millones si se introducen los cambios propuestos para aumentar el capital y la liquidez junto con otras reformas, estimaron analistas de JPMorgan, que consideran que se dañaría el crecimiento económico y subirían los costos de los bancos.
Como parte del proceso de reformas, Santander envió al Banco de España la semana pasada un "living will" o "voluntad en vida" en el que indica las instrucciones para su desmantelamiento en caso de que colapse, dijo Saenz.
El ejecutivo añadió que este plan tenía que "perfeccionarse", pero indicó que cree que es el primer banco del mundo en presentarlo.
Según las propuestas presentadas el año pasado por los países miembros del G20, todos los bancos de importancia para el conjunto del sistema necesitan elaborar un documento de este tipo antes de que acabe el año.
Sáenz realizó estas declaraciones en respuesta a preguntas realizadas por diputados británicos en el marco de una investigación sobre si hay bancos "demasiado grandes para caer".
Tanto Sáenz como el presidente de la entidad, Emilio Botín, han sorteado gran parte de los problemas de la crisis financiera gracias a su modelo de bajo riesgo, el acento en banca minorista y las lucrativas operaciones en Brasil y otros países, que han compensado la debilidad del mercado español.
Más capital. Obligar a los bancos a tener más capital para cubrir las actividades de mayor riesgo sería mejor que forzar el desmembramiento de los grandes grupos financieros, dijo Sáenz.
"Yo estaría a favor de exigencias adicionales de capital para las actividades de más riesgo, como las operaciones por cuenta propia. Más que una separación, abogaría por requisitos adicionales de capital", dijo ante la poderosa Comisión Selecta del Tesoro del Parlamento británico.
Sáenz dijo que Santander tenía una actividad "insignificante" en operaciones en mercados por cuenta propia, un área que el Gobierno estadounidense quiere que los bancos separen de los negocios tradicionales.
Las operaciones por cuenta propia son aquellas en las que el banco opera con su propio dinero y no con el de un cliente.
"No veo ninguna ventaja en esta forma de fragmentar la banca, la comunidad y los clientes perderían eficiencia, lo que significa precios y servicios mejores", dijo Sáenz.
Sáenz también dijo que la utilización de un ratio de apalancamiento, que el Ejecutivo de Estados Unidos quiere que se aplique de manera más amplia en todo el mundo, no tiene buena acogida en Europa ya que no sirve para medir el riesgo de los activos.
Santander es la segunda entidad de crédito en el Reino Unido, con una cuota de mercado del 13%, y quiere aumentar su peso en banca comercial, según Sáenz, que espera que el banco alcance una cuota de mercado de entre 8 y 10% en este mercado, desde un porcentaje actual inferior al 3%.
Para ello, la entidad cántabra podría estar interesada en hacerse con algunos de los activos que están vendiendo sus competidores Royal Bank of Scotland o Lloyds, según informaron recientemente fuentes cercanas a los procesos de venta.