Indignación causan los detalles descubiertos por la policía local, en un caso de trata de blancas y prostitución.
Un lucrativo y vergonzoso negocio pudo descubrir la policía polaca al desmantelar una millonaria red de trata de blancas, la que había generado ganancias cercanas a los US$2 millones en los últimos cuatro años.
El detalle más indignante aún faltaba por ser conocido, ya que los proxenetas mantenían marcadas con tatuajes como "de su propiedad" a las casi setenta mujeres atratapadas en el negocio.
La banda formada por los hermanos Baranowski tatuaba leyendas como "propiedad de Leszek" (el nombre del cabecilla del grupo delictual) o "perra fiel de Leszek". Los involucrados explicaron el hecho como un acto de "recompensa" hacia las mujeres por un trabajo bien realizado.
La mayor parte de las mujeres atestiguaron trabajar para Leszek Baranowski, de 26 años, y para sus hermanos Pawel y Olek, de 34 y 31, respectivamente.
La banda ganó US$1.6 millones prostituyendo a las mujeres durante cuatro años, según las autoridades locales.
"Muchas de ellas entraron forzadas al negocio, pero hasta ahora no tenemos pruebas que indiquen que los tatuajes fueron un acto necesariamente forzado, sin embargo, da cuenta de la naturaleza del negocio", explicó un vocero de la fiscalía.