En los últimos días, los demócratas lograron siete nuevos legisladores que han dicho que cambiarían su voto de un "no" a un "sí". La Cámara aprobó su versión de la reforma en noviembre con tres votos de ventaja.
Washington. Elpresidente estadounidense, Barack Obama, planeaba este sábado una visitaal Capitolio para sumar apoyo a la reforma de salud, mientras losdemócratas de la Cámara de Representantes intentaban conseguir losúltimos votos para aprobar su iniciativa.
Los líderes demócratas de laCámara, cerca de asegurar los 216 votos que necesitan para laaprobación final, decidieron realizar una votación separada sobre lareforma aprobada por el Senado.
Con este proceso, eliminaronuna criticada estrategia que les habría permitido considerar elproyecto de ley como aprobado sin una votación por separado.
La decisión se produjo mientrasun panel de la Cámara se reunía para decidir las normas y el proceso autilizarse en la votación del domingo sobre los mayores cambios en elsistema de salud estadounidense de 2,5 billones de dólares en lasúltimas cuatro décadas.
"Claramente, creemos que tenemos los votos", afirmó el líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer.
En la misma línea, el líderdemócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que había conseguido elcompromiso de "una buena mayoría" de senadores para apoyar los posiblescambios al proyecto de reforma.
La presidenta de la Cámara,Nancy Pelosi, también parecía descartar una votación por separado paraagregar una mención anti-aborto más estricta para complacer a un puñadode demócratas que se oponen al derecho al aborto, otra señal de lacreciente confianza de los demócratas.
"Tenemos un acuerdo con elSenado (...) esto es lo que estamos aprobando en ambas cámaras", dijoPelosi respecto al paquete de salud.
En los últimos días, losdemócratas lograron siete nuevos legisladores que han dicho quecambiarían su voto de un "no" a un "sí". La Cámara aprobó su versión dela reforma en noviembre con tres votos de ventaja.
El líder republicano de laCámara, John Boehner, un ferviente enemigo de la legislación, parecióreconocer que se avecinaba una derrota en el discurso radial semanalrepublicano.
Proyecto invencible. "Los republicanos no puedenderrotar a este proyecto de ley, pero el pueblo estadounidense puede",declaró Boehner. "No es muy tarde para hacer que se escuchen susvoces", agregó el legislador.
La batalla política sobre lareforma de salud ha consumido al Congreso por más de nueve meses, loque afectó los índices de aprobación de Obama y causó preocupación enlos legisladores demócratas que enfrentan la reelección en noviembre.
La reforma, la máxima prioridadinterna de Obama, expandiría la cobertura a 32 millones deestadounidenses sin seguro y prohibiría prácticas actuales de lasaseguradoras, como rechazar la cobertura a quienes posean condicionesmédicas pre-existentes.
La legislación requerirá quetodos los estadounidenses posean un seguro de salud, pero entregasubsidios para ayudar a trabajadores de bajos ingresos a pagar el suyo,y crea bolsas donde individuos y grupos puedan revisar y compararplanes de seguros.
La Comisión de Normas de laCámara se reunió el sábado para fijar las reglas del debate. Si laversión del Senado es aprobada por la Cámara el domingo, se convertiráen ley una vez que Obama la firme.