"Fui drogada y violada por ese hombre", señala crudamente la actriz a un periódico británico. Aunque casi tres décadas después de los hechos, asegura que llega la hora de terminar con el "código de silencio" que se había autoimpuesto.
"Mi deseo es que otros que hayan experimentado abuso sexual no se intimiden por el famoso, rico o poderoso. Si puedo ayudar a una víctima, entonces habré hecho mi trabajo", señala en una intensa entrevista al diario británico MailOnline la actriz Barbara Bowman, quien desde hace días desarrolla una campaña en la que busca denunciar al reconocido actor Bill Cosby como un abusador de menores.
Bowman conoció a Cosby a los 17 años, buscando una oportunidad como actriz. El artista surgió como el guía oportuno y preciso. Uno de los máximos comediantes de la televisión estadounidense y protagonista de famosas series de Hollywood, ofrecía una imagen de ideal "padre de familia". Sin embargo, Bowman se ha encargado de dar cuenta de otra cara, más desconocida.
"Fui drogada y violada por ese hombre", señala crudamente la actriz al periódico británico. Con 47 años, Bowman asegura que llega la hora de terminar con el "código de silencio" que se había autoimpuesto, en gran parte, por la incredulidad que siempre generó su historia en los demás.
Se ha sabido ya que al menos una decenas de personas formaría parte de la patética práctica de Crosby. "Revelo mi historia completa, con la esperanza de que otros aprendan a leer los signos reveladores de abusos sexuales y no esperen tanto tiempo como yo para denunciarlo. Nadie me creyó durante años", indica.
Hannibal Burress es un comediante estadounidense que desde su programa tildó a Cosby de violador "serial". La actriz Barbara Bowman sostiene que ese comentario terminó por animarla más.
Bowman estudiaba actuación cuando su agente le comentó que Cosby, quien en ese tiempo arrasaba en sintonía con "The Bill Cosby Show", se encontraba en búsqueda d eun talento joven. Ya desde su primer contacto, la situación fue extraña, pues en un ejercicio de "improvisación" el actor la acarició desde el cuello hasta la parte superior de los pechos. "Fue como una demarcación, según lo que interpreto hoy", dice la actriz.
A partir de ese momento acompaña a Cosby por todos los escenarios que actúa. Y si bien Bowman era una joven independiente, el famoso actor sabe que ella no cuenta con una figura paterna y se ofrece como tal. "Era una chica independiente, pero él sabía que era vulnerable y estaba sola. Me manipuló para confiar en él. Insistió en que confiara en él un cien por ciento", revela en la conversación con el diario inglés.
la actriz revela dos momentos en que se sintió amenazada. En uno, la escena comienza los dos tomando una copa de vino y ella no recuerda más hasta que recupera la conciencia en un cuarto de baño junto a Cosby, ella sólo vistiendo una camisa de hombre y vomitando. La segunda escena es en otro hotel, cuando él entra a la habitación de Bowman e intenta sacarse la ropa, ante lo cual ella pide ayuda y grita.
"Pedí ayuda a gritos, luchando, mientras que él trataba de sacarse el cinturón y tirar abajo mis pantalones al mismo tiempo. No podía salir de debajo de él", recuerda. Ante ambos sucesos, la actriz decidió volver a su hogar en Denver.
Ella dice que Cosby la llamó para advertirle que su carrera estaba acabada. Comenzó a contar su historia, pero nadie le creyó. Treinta años después lo vuelve a intentar. Dice que hay más casos y que, incluso, algunas mujeres ya han iniciado juicios contra el actor. Parece que nunca es tarde para romper el código de silencio.
