Ambas compañías deberán pagar US$775 millones a 25.000 pacientes demandantes por no advertir de efectos secundarios de su anticoagulante.
La situación financiera y las demandas por la calidad de los medicamentos de la empresa farmacéutica Bayer ha acaparado los titulares en los últimos días. Al anuncio del hundimiento en la bolsa de sus acciones por una nueva derrota judicial de su herbicida a base de glifosato, ahora se le suma el pago de US$775 millones a 25.000 demandantes por los efectos secundarios del anticoagulante Xarelto.
El acuerdo se dividirá en partes iguales entre las compañías Johnson & Johnson y Bayer. Los pacientes demandaron a ambas empresas por no advertir sobre posibles episodios de sangrado potencialmente fatales al momento de ingerir este medicamento, que también se conoce como rivaroxabán y estuvo entre los productos más vendidos de Johnson & Johnson el año pasado, generando cerca de US$ 2.500 millones.
Este medicamento es recetado para evitar que la sangre se coagule y desencadene accidentes cerebrovasculares, trombosis venosas y embolias pulmonares. Según alegaron los abogados de los pacientes, ninguna de las dos empresas advirtió que podría desencadenar una hemorragia masiva, causando lesiones graves o la muerte. Estos episodios de sangrado, no siempre, fueron respuesta a los tratamientos estándares y, durante años, no hubo un antídoto que los detuviera.
Luego de conocerse la decisión, ninguna de las dos compañías admitió responsabilidad. Por medio de un comunicado la farmacéutica alemana insistió en que considera que esas demandas no son merecidas y no hay admisión de responsabilidad bajo el acuerdo. "Este convenio favorable permite a la compañía evitar la distracción y el coste significativo de continuar el litigio, que comenzó hace más de cinco años. Seguimos comprometidos con los más de 45 millones de pacientes a los que se les ha recetado Xarelto en el mundo”, añade Bayer.
Xarelto es uno de los fármacos de un nuevo grupo de anticoagulantes con el que se busca reemplazar a la warfarina, un medicamento que fue usado durante décadas y que requería de análisis de sangre frecuentes y dieta estricta, cuidados y pruebas que no requirió Xarelto. Bayer y Johnson & Johnson apoyaron a Xarelto, citando ensayos clínicos que mostraron que el medicamento era seguro y efectivo.
Por eso, los abogados de los pacientes plantearon preguntas sobre si el ensayo clínico que llevó a la aprobación del fármaco fue defectuoso, tesis que surgió luego de que se comprobara que un monitor de análisis de sangre fue defectuoso, lo que posiblemente alteró los resultados. Sin embargo, la Administración de Alimentos y Medicamentos Posteriormente (FDA) concluyó que los problemas no influyeron en los resultados.