Así lo revela un estudio publicado por la Sociedad Europea de Cardiología.
Los beneficios de hacer ejercicio son demasiados, pero qué tal si los combinas con los del vino. Resulta que beber un par de copas de vino después de una sesión intensa de ejercicio es bueno para la salud.
Un estudio publicado por la Sociedad Europea de Cardiología dio seguimiento a los resultados de las personas que bebían vino cinco días a la semana en el transcurso de un año. A los hombres se les permitía tomar de dos y a dos medio (0,3 litros), mientras que las mujeres bebían uno o dos vasos (0,2 L).
Además, un grupo se ejercitó mientras que los otros participantes bebían y se dedicaban a sus vidas.
El estudio, denominado "In Vino Veritas", reveló que aquellos que se ejercitaron dos veces por semana y bebieron vino mostraron una "mejora significativa" en los niveles de colesterol. El vino incluso aumentó los niveles de colesterol HDL, el tipo saludable para el corazón.
Los 146 participantes se dividieron en dos grupos: los que tomaron vino de uva pinot noir y los bebiendo una mezcla de chardonnay pinot noir.
Los investigadores descubrieron que sus resultados no variaron significativamente dependiendo del tipo de vino.
"Nuestro estudio actual demuestra que la combinación de beber vino más el ejercicio regular mejora los marcadores de la aterosclerosis, lo que sugiere que esta combinación es protectora contra la enfermedad cardiovascular", dijo el profesor Milos Taborsky, investigador principal del estudio.
Según The Atlantic, los participantes que no pudieron ejercitarse no recibieron ningún beneficio de salud notable, pero tampoco sufrieron una cantidad significativa de daño hepático.