El siglo XXI será un período de complejas recombinaciones de la identidad individual y colectiva. Ya pertenecemos a varias esferas, y tratamos de llevar vidas que no son sólo consumo. Para las empresas, entender estos movimientos y sumarse a ellos será clave. Se trata del libro de Celia de Anca.
La española Celia de Anca se sorprendió durante su primera estadía en Boston, cuando algunos colegas estadounidenses bromeaban sobre la derrota de su país en la guerra hispanoamericana. Una mujer culta, De Anca no entendió que se referían a lo mismo que a ella le habían enseñado en el colegio como “la pérdida de las colonias”. Se trataba de un episodio menor, que se pasaba de soslayo en los colegios españoles. Para los estadounidenses, en cambio, era un relato central de su expansión militar internacional durante el siglo XX. El mismo episodio se recordaba de manera diametralmente opuesta por españoles y estadounidenses, y ocupaba por ello un espacio distinto en el inconsciente colectivo.
Tan distinto como el espacio que ocupan las otras culturas dentro de la propia. De Anca recuerda cómo todos los episodios de Asterix referidos a alemanes, suizos, británicos o belgas la llenaban de entusiasmo… salvo el que se refería a España, que le parecía insípido. Años más tarde comprobaría que a amigos ingleses les ocurría lo mismo. Por alguna razón esta metáfora anticipada de la Unión Europea funcionaba a la perfección en todos los lectores, salvo en los directamente aludidos.
Ejemplos como éste abundan y son parte del material de estudio de esta investigadora del Instituto de Empresa de Madrid, quien ha plasmado su interés por la relación entre identidad, mercados y organizaciones a lo largo de la historia en su libro Beyond Tribalism, Managing Identities in a Diverse World.
De Anca parte de una pregunta tan básica como el homo sapiens. ¿Quién soy? Y se pregunta también si estaremos, como civilización, entrando en una nueva era de las relaciones sociales, marcada por nuevos tipos de identidad y pertenencia. Para responderlo echa mano de un contundente arsenal de investigación teórica y aplicada, incluyendo distintas tradiciones filosóficas y psicológicas, teoría de género y de los ciclos históricos.
La autora ve un movimiento desde la comunidad de origen, a la que el individuo pertenece por herencia, hacia comunidades de aspiración elegidas conscientemente. No se trata sólo de ser español u occidental, o pertenecer a un credo monoteísta, sino de sentirse parte (a veces simultáneamente) de varios grupos que ofrecen distintos tipos de lazos y proyecciones. De Anca se describe a sí misma como cristiana, europea, española, mediterránea, madrileña, latina, reconociéndose en la mediterránea como la más amplia y rica.
Para De Anca la identidad no es algo fijo, sino, por el contrario, está marcada por el movimiento y tiene un impacto concreto, a escala global, en cómo operan los mercados y las empresas. De hecho, una de las preguntas más contundentes del libro es si hay vida más allá del consumo y el trabajo. Para responderlo, aunque parcialmente, la autora muestra ejemplos concretos de nuevos patrones de producción y consumo colaborativo en donde un mismo individuo mantiene relaciones dentro y fuera del mercado, con lo manufacturado o lo manual.
Directora del Centro para la Diversidad y Management Global, del IE Business de Madrid, ha dedicado parte significativa de su vida profesional al estudio de las identidades y de la diversidad, particularmente en el mundo árabe. El libro tiene un fuerte contenido teórico, pero recurre también a un caudal de relatos de vida extraídos de la experiencia en terreno de la autora en realidades tan diversas como Marruecos, España, Canadá, Turquía, Abu Dhabi, Brasil. Para algunos la tierra es plana; para De Anca, su signo es la diversidad