Entre sus propiedades más preciadas destacan su alto poder antioxidante y su acción preventiva frente a enfermedades cardiovasculares, Alzheimer e hipertensión, entre otras cualidades.
Con una tecnología cien por ciento generada en Chile, Frülz facilita el consumo de una de las “superfrutas” del momento: la granada. Gracias al desarrollo de una máquina que automatiza el procesamiento de los arilos o granos, que corresponden a la cubierta comestible de las semillas de esta fruta, y que en general presentan dificultades para ser consumidos.
De esta forma, es posible llegar a un producto final en forma de snack listo para comer o para acompañar ensaladas, cereales, yogur o postres.
“El equipo de Frülz desarrolló una tecnología íntegramente local, a un costo muchísimo menor y con mayor flexibilidad comparada con el resto de la tecnología disponible”, explica Ignacio Donoso, gerente general de la empresa, la que resultó ganadora del primer Austral BIO Challenge, concurso de emprendimientos innovadores en biotecnología organizado por Austral Incuba.
La principal motivación de Frülz surge por un artículo enviado por uno de sus actuales socios, Francisco Schulz, y por el boom que estaba teniendo la granada en Estados Unidos, donde Donoso realizaba una pasantía en una empresa de tecnología. El ejecutivo realizó su tesis de ingeniero civil industrial enfocada en producción y comercialización de esta fruta.
Entre las propiedades más preciadas de la granada se cuentan su alto poder antioxidante y su acción preventiva frente a enfermedades cardiovasculares, cáncer prostático, Alzheimer, hipertensión y disfunción eréctil, entre otras cualidades.
En un primer momento la idea fue cultivar la fruta, pero la escasez de agua perjudicó el plan original. En 2012, junto a sus socios Francisco Schulz, Felipe Muñoz y Maximiliano Schulz, decidieron desarrollar la agroindustria a partir de la granada, tomando en cuenta principalmente la dificultad para comerla.
Ese mismo año desarrollaron un prototipo para obtener jugo y, en 2013, la tecnología para extraer los arilos de forma automatizada, creándose formalmente la empresa Frülz.
Actualmente la firma continúa mejorando su tecnología y generando contactos para introducir sus arilos en retailers. Para ello, una de las estrategias de aceleración comercial será a través del trabajo colaborativo con la Universidad de Texas en Austin y su Global Commercialization Group, aliados estratégicos de Austral Incuba en lo referente a comercialización internacional de tecnologías.
