Los principales bancos centrales del mundo, se encuentran en una posición delicada por los efectos negativos de la intensa riña comercial entre Estados Unidos y China.
El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, aclaró el miércoles que el organismo no dejará atrás su política monetaria expansiva hasta que la inflación alcance su meta de 2%, mientras que advirtió que el agravamiento de los conflictos comerciales podría perjudicar el crecimiento mundial.
Aún así, en comentarios que parecieron reforzar la posición expresada la semana pasada por el primer ministro Shinzo Abe, Kuroda dijo que ningún banco central desearía mantener para siempre una política monetaria extraordinaria, lo que deja la vía libre para que en el futuro el organismo abandone los estímulos económicos.
"Si cumplimos con el objetivo de 2% no habrá necesidad de continuar con el alivio monetario extendido, de modo que obviamente nos dirigiríamos a abandonar los estímulos. Pero eso no implica que no debamos continuar con la posición expansiva ahora mismo", dijo Kuroda en rueda de prensa.
"Ningún banco central quiere tener una política monetaria restrictiva o expansiva para siempre. Obviamente, cualquier banco central desea cumplir con sus objetivos lo más pronto posible para normalizar su estrategia", sostuvo.
Las declaraciones, que fueron emitidas luego de la prevista decisión del Banco de Japón (BoJ) de mantener estables las condiciones de endeudamiento, pone de relieve el dilema que encara la entidad, en momentos en que su economía basada en exportaciones y la débil inflación lo obligan a seguir ofreciendo fuertes estímulos a pesar de los crecientes costos de la política ultra expansiva.
Los principales bancos centrales del mundo, incluyendo al BoJ, se encuentran en una posición delicada porque la intensa riña comercial entre Estados Unidos y China podría descarrilar a los mercados financieros, impactar las cadenas de suministros y socavar sus economías.
El martes, Pekín sumó productos estadounidenses valorizados en US$60.000 millones a su lista de aranceles a importaciones desde el país norteamericano, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su Gobierno gravaría bienes chinos por un valor de US$200.000 millones.
Datos publicados el miércoles mostraron que las exportaciones de Japón aumentaron un 6,6% en agosto respecto a un año atrás, gracias a los embarques hacia Estados Unidos, por encima de la previsión del mercado.
Pero Kuroda advirtió respecto a ser demasiado complacientes y dijo que la complejidad de las cadenas de suministros implican que las medidas arancelarias en represalia podrían desencadenar consecuencias inesperadas, más allá del comercio entre China y Estados Unidos.
"El proteccionismo podría afectar no sólo a los países involucrados (en guerras comerciales) sino a la economía global en su totalidad mediante las cadenas de suministros", sostuvo. "Estamos observando estos eventos con seria preocupación".