La directora general de Promoción de la Salud dependiente del Ministerio de Salud, Dabeiva Chávez, explicó en entrevista con Xinhua las causas y los riesgos por el aumento en el índice de consumo de comida chatarra, procesada y ultra procesada.
Bolivia ha registrado un aumento de casi 200% durante los últimos 15 años en el consumo de la llamada comida chatarra, con graves riesgos a la salud, pese a las campañas para una alimentación sana y una ley que promueve buenos hábitos de nutrición.
La directora general de Promoción de la Salud dependiente del Ministerio de Salud, Dabeiva Chávez, explicó en entrevista con Xinhua las causas y los riesgos por el aumento en el índice de consumo de comida chatarra, procesada y ultra procesada.
La comida rápida es de las preferidas para muchos niños, jóvenes y adultos a la hora de desayunar, almorzar o cenar, debido a su precio asequible y a su fácil obtención.
De acuerdo con Chávez, en la última década han proliferado en las grandes ciudades del eje troncal de Bolivia las cadenas nacionales e internacionales que ofrecen comida chatarra.
"Estos alimentos se pueden encontrar en las afueras de las unidades educativas, donde niños y jóvenes los consumen, como puestos de hamburguesas, papas fritas, pollos fritos, golosinas, bebidas procedas y otros", dijo.
"En las afueras de los trabajos también se exponen este tipo de comidas y se les encuentra en cualquier momento del día", agregó la directiva de Promoción de la Salud.
Según Chávez, el ritmo de vida de las actuales sociedades hace que la pareja de esposos trabaje y no haya quien prepare alimentos en casa.
Por tanto, "los hijos y padres están obligados a comer en las calles donde la oferta es masiva de comida chatarra que afecta a la salud", aseveró.
Por su parte, el jefe de la Unidad de Alimentación y Nutrición del Ministerio de Salud, Yecid Umacayo, aseveró el pasado 12 de septiembre en un acto público en La Paz que el consumo de comida chatarra se incrementó alarmantemente en Bolivia.
Manifestó que en los últimos 15 años, en Bolivia se ha incrementado entre 180 y 200% el consumo de comida chatarra con alto contenido de azúcar, gaseosas y frituras con mucha grasa y sal.
Explicó que este dato es resultado de una encuesta que realizó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO (por sus siglas en inglés).
Los alimentos no saludables conocidos como comida chatarra pueden producir al menos siete enfermedades no transmisibles.
Aquellos alimentos que tienen mayor concentración de grasa, azúcar y sodio (sal) a la larga producen en la población sobrepeso y obesidad.
Ello desencadena a su vez enfermedades como diabetes e hipertensión arterial, así como padecimientos cardiovasculares, cerebrovasculares, algunos tipos de cáncer principalmente del tracto digestivo, problemas articulares y psicológicos.
De acuerdo con datos del Programa Nacional de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, está demostrado que muchos padecimientos son consecuencia de malos hábitos alimenticios.
Estas enfermedades representan al 70% de la morbilidad de la población.
Según datos de este Programa Nacional, la diabetes afecta a 95.000 personas cada año, mientras que el 90% es del tipo dos, el cual es producido por la mala alimentación.
En 2016, el gobierno de Bolivia promulgó la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, con el fin de concienciar a la población sobre la importancia de los buenos hábitos alimenticios y reducir enfermedades.
La norma fomenta también la actividad física, regula la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas, así como el etiquetado.
Esto le permite al consumidor identificar en sus envases y etiquetas los alimentos que presenten alto contenido de sodio, azúcar, grasas saturadas y grasas trans.
En esa dinámica, el Ministerio de Salud entregó el pasado 12 de septiembre reconocimientos a instituciones que promueven la alimentación saludable por su compromiso con la nutrición responsable de la población boliviana.
La actividad se realizó en el marco de la celebración de la Semana del Bienestar en las Américas.
Esta celebración se desarrolla cada año con el propósito de movilizar a instituciones, organizaciones y público en general, para recalcar la importancia de la promoción de la salud y la prevención de enfermedades