Este negocio ilegal mueve al menos U$ 45 millones en el mercado boliviano.
En Bolivia se comercializan plaguicidas ilegales, falsificados, adulterados e incluso mezclados por un valor superior a los US$ 45 millones y un volumen mayor al 14% del total de las importaciones legales de agroquímicos.
Esta actividad ilícita causa una pérdida de US$ 6,5 millones a las recaudaciones del país, según la Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior.
La comercialización ilegal de estos insumos representa un riesgo para la salud de los agricultores, el medioambiente, los cultivos y la economía nacional. Estos productos fraudulentos provocan también una distorsión del mercado, por sus bajos precios; y contienen —al no estar aprobados— componentes desconocidos y peligrosos, además de ser vendidos en condiciones que no garantizan su seguridad o eficiencia, indica el estudio Comercio Ilegal de Plaguicidas en Bolivia.
El economista Gonzalo Vidaurre, autor de la investigación, detalla que el 63% de los plaguicidas que importa el país se destinan al sector agropecuario, el 25% al comercio, el 11% a la industria y el 1% a otras actividades.
Santa Cruz, que aporta más del 70% de los alimentos que consumen los bolivianos, es uno de los departamentos más afectados por los agroquímicos de contrabando, pero también lo son regiones como Cochabamba y Tarija, advirtió el economista.
Tras conocer los resultados de la investigación, el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación cruceña, Luis Alberto Alpire, comprometió un trabajo con los sectores involucrados para desmontar ese negocio ilegal y precautelar la salud ciudadana.