Trabajadores de velatorios se quejan de competencia desleal. En el país hay 70 funerarias legales y se estima que existen otras 100 sin documentos.

Trabajadores de algunas funerarias transan con médicos de hospitales y empleados de morgues para obtener contratos de sus servicios. El hecho fue corroborado por La Razón y denunciado por el Viceministerio de Defensa del Consumidor.

Este medio recorrió el miércoles de la anterior semana y el lunes las dos morgues del Complejo Hospitalario de Miraflores, en La Paz, donde un funcionario confirmó que las funerarias desplazan a su personal hasta este lugar para que busquen contratos con los dolientes, pero desde el caso de Carmen del Pilar Chacón, éstos tratan de no ser identificados.

A principios de agosto, Chacón, de 64 años, fue trasladada viva de un hospital a una funeraria a la espera de su muerte y posterior velatorio, todo con complicidad de la empresa fúnebre. Después de pasar 18 horas sobre una mesa, cubierta con una manta, y rodeada por familiares, fue rescatada por efectivos de la Policía a denuncia de una amiga. Después de una semana, la mujer falleció.

“Antes rondaban casi todo el día. Ellos manejan los datos de los familiares de los difuntos porque tienen contactos con algunos médicos de los hospitales, quienes les avisan sobre los pacientes fallecidos o de aquellos que están desahuciados. Los trabajadores de funerarias van donde los parientes y les ofrecen hacer los trámites, desde sacar al difunto de la morgue hasta organizar la misa de ocho días”, detalló otro de los funcionarios de la morgue para fallecidos por cuestiones de salud.

En la morgue judicial, para personas asesinadas, atropelladas y otros, un trabajador fue consultado sobre trámites. Él llamó por celular a una persona, quien llegó a los pocos minutos y sin decir nada pasó su tarjeta. “Sígame afuera del hospital, ahí hablaremos sobre la clase de servicio y cuánto va a pagar”, dijo.

El viceministro de Defensa del Consumidor y el Usuario, Guillermo Mendoza, realizó con su equipo operativos tras el caso Chacón y verificó la competencia entre funerarias. “Vimos carrozas fúnebres estacionadas dentro de los hospitales, trabajadores disputándose a clientes y nos llegaron denuncias de que hay médicos que ayudan a los agentes del negocio de la muerte”.