El país es el segundo de la región con mayor tasa de contagios de la enfermedad después de Chile con un incremento del 22%.
La esperanza de vida en Bolivia para portadores del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) subió de cinco a 20 años en la última década, debido a la confianza en los retrovirales, aseveró la presidenta de la Red Nacional de Personas Viviendo con VIH y SIDA en Bolivia (Redbol), Violeta Ross.
La activista dijo a Xinhua, en el marco del Día Mundial de Respuesta al VIH que se recuerda cada 1 de diciembre, que una década atrás los portadores desarrollaban la fase del SIDA en cinco o seis años y morían.
"El VIH es un tipo de virus llamado retrovirus y la combinación de medicamentos que se usa para tratarlo se llama terapia antirretroviral", recordó Ross.
Recordó que el tratamiento del VIH implica tomar medicamentos para desacelerar el avance del virus en el cuerpo.
Ross comentó que aunque todavía no existe una cura para el VIH, la terapia antirretroviral puede mantener a la persona portadora durante muchos años, ya que reduce la cantidad del virus en la sangre y los líquidos corporales.
La presidenta de la Redbol precisó que cuando se aplica la terapia antirretroviral según las indicaciones, se reducen también las probabilidades de transmitir el virus a otras personas.
En Bolivia se tiene el registro hasta el año pasado de 23.926 casos desde 1984, año en que se presentó el primero de ellos, en que el 73 por ciento de los pacientes corresponde a personas de entre 15 y 39 años de edad, según datos del Ministerio de Salud.
El índice de contagios por SIDA se incrementó a su vez en el país sudamericano en un 22 por ciento, de acuerdo con el informe anual global publicado en julio pasado del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA).
La cifra posiciona al país como el segundo con mayor tasa de contagios después de Chile (34 por ciento).
En Latinoamérica, la tasa anual de contagios creció 7% entre 2010 y 2018.
La cifra anual de nuevos contagios en la región se sitúa en alrededor de 100.000 y casi la mitad de ellos se registra en Brasil.
Por su parte, el integrante del Programa VIH/SIDA, Alejandro Sánchez, admitió que apenas el 50 por ciento de quienes viven con el VIH recibe apoyo del Estado con el tratamiento gratuito de retrovirales, medicamentos que ayudan a alargar la vida del portador.
Sánchez explicó a la prensa que en Bolivia, los retrovirales están cubiertos por el Sistema Unico de Salud (SUS) y que existe la provisión suficiente para cubrir la demanda.
"A la fecha, más de 10.000 personas cuentan con sus medicamentos y los recogen de forma oportuna y sostenida. Ellos tienen mayor expectativa de vida", precisó.
Entre 1984 y 1999, el 38 por ciento de las personas con el padecimiento se encontraba en la fase de SIDA, es decir, en la etapa terminal, situación que disminuyó al 11 por ciento en 2018, según datos manejados por el entrevistado.
A decir del experto, hasta hace cinco años, las personas con VIH debían tomar 20 píldoras cada día para controlar el virus, lo que les causaban diversos malestares como dolor de estómago o de cabeza.
Señaló que esa cantidad de pastillas se ha reducido de manera paulatina hasta llegar a una, además de que se ha manteniendo la eficacia.
La también experta en el tema, Carola Valencia, señaló que la discriminación hacia las personas con el padecimiento persiste a pesar de la información difundida en medios y de las campañas de prevención desplegadas.
Dijo que si bien se ha avanzado en varios aspectos como la prevención, aún persisten prejuicios respecto a las personas con la afección.
Según Valencia, muchas personas con el padecimiento prefieren no recurrir a centros de salud por el temor a ser discriminadas.