La planta flotante, que tiene 11.000 metros cuadrados y 3.972 placas solares, transformará la luz solar en energía eléctrica. Se trata de un primer proyecto del gobierno federal, que pretende instalar paneles solares en espejos de agua.
Río de Janeiro. Brasil inauguró este lunes su primera planta solar fotovoltaica flotante, situada en una represa en el noreste del país y que tiene capacidad para generar 1 megavatio-pico (Mwp) de energía.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, fue el encargado de inaugurar la planta solar de generación de energía flotante, que se encuentra anclada en la represa de una hidroeléctrica de la estatal Compañía Hidroeléctrica del San Francisco (Chesf) en Sobradinho, municipio del estado de Bahía (noreste).
La planta flotante, que tiene 11.000 metros cuadrados y 3.972 placas solares, transformará la luz solar en energía eléctrica. Se trata de un primer proyecto del gobierno federal, que pretende instalar paneles solares en espejos de agua, para atraer inversiones privadas y promover las licitaciones de generación de energía renovable.
A lo largo de los próximos meses, el gobierno espera instalar una segunda planta, con una capacidad para generar 2,5 Mwp energía. La inversión para la instalación de las dos plantas es de 56 millones de reales (US$14,5 millones).
"Este suelo ardientee y este calor abundante es lo que generarán energía para que los motores funcionen e irriguen nuestro sertón de verdad" aseguró Bolsonaro en un discurso. "Esta nueva forma de buscar energía con placas fotovoltaicas encima de un lago como este aquí es bienvenida en Brasil", agregó el mandatario.
Según Bolsonaro, si todo el potencial del espejo de agua de Sobradinho fuera utilizado para energía solar fotovoltaica, sería posible generar un 60% más de energía que las propias turbinas de la central hidroeléctrica.
La represa de Sobradinho tiene 4,2 kilómetros cuadrados, con una central hidroeléctrica capaz de generar 1.050 megavatios.
La intención del gobierno es usar otras placas solares a lo largo de los 477 kilómetros de canales de transposición que tiene el río Sao Francisco, el principal en la árida región del noreste de Brasil.
Además de generar energía, las placas deben ayudar a reducir la evaporación del agua. Los laterales de los canales también podrán tener instaladas placas solares, según el gobierno.
La planta flotante inaugurada hoy está fijada al fondo de la represa por cables, con un material capaz de soportar el peso de las placas y de los trabajadores que actúan en la construcción y el mantenimiento.
El gobierno brasileño aseguró que las ventajas de utilizar plataformas flotantes fotovoltaicas es que evitan la desapropiación de tierras y además, permiten aprovechar las mismas subestaciones y líneas de transmisión que filtran la energía producida por la central hidroeléctrica.