El Ministerio de Salud divulgó este miércoles su boletín semanal sobre la enfermedad transmitida por mosquitos, de la que se registraron 3.234 casos sospechosos entre el 1 de abril y el 1 de marzo, de los que 1.560 fueron descartados, 846 confirmados y 828 están siendo analizados.
Las muertes por el brote de fiebre amarilla que vive Brasil subieron a 260, según divulgó el gobierno, que contabilizó otros 846 confirmados de la enfermedad desde el pasado 1 de julio.
El Ministerio de Salud divulgó este miércoles su boletín semanal sobre la enfermedad transmitida por mosquitos, de la que se registraron 3.234 casos sospechosos entre el 1 de abril y el 1 de marzo, de los que 1.560 fueron descartados, 846 confirmados y 828 están siendo analizados.
El brote actual de fiebre amarilla, que se contabiliza de invierno a invierno y no por año natural, al tener más incidencia la enfermedad en el verano austral, que inicia en noviembre, supera ya en incidencias las del año pasado.
Los casos registrados son un 41% superiores a los del mismo período entre julio de 2016 y marzo de 2017, y las muertes crecieron un 37% en la misma comparación.
La región sureste del país, la más poblada, es donde se concentra el brote, principalmente en los estados de Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, por este orden, los que tienen más población.
El ministerio atribuyó el aumento de los casos de fiebre amarilla al hecho de que el virus comenzó a ser transmitido en zonas boscosas próximas a grandes ciudades, como Sao Paulo y Río de Janeiro, áreas que "nunca tuvieron recomendaciones de vacunación".