Los dos países establecieron en 1988 una sociedad que rompió el paradigma de la propiedad individual de los satélites de Percepción Remota.
Esta semana se cumplieron 30 años de la cooperación sino-brasileña en el área de satélites, con diversos beneficios para la sociedad y el desarrollo científico-tecnológico, destacó el presidente de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), José Raimundo Braga Coelho, quien subrayó los logros y las perspectivas futuras de la relación.
Los dos países establecieron en 1988 una sociedad para la construcción, lanzamiento y operación del programa Satélite Sino-Brasileño de Recursos Terrestres (CBERS), rompiendo el paradigma de la propiedad individual de los satélites de Percepción Remota.
El programa binacional permite a ambos países recoger información e imágenes de sus vastos territorios a costos reducidos, tornándose en una poderosa herramienta para ayudar en la formulación de políticas públicas en áreas como monitoreo ambiental, desarrollo agrícola y planeamiento urbano, entre otras.
Según Braga Coelho, fue necesario superar inicialmente diversos desafíos para establecer el primer programa de cooperación tecnológica, como las barreras culturales y lingüisticas, y la gran distancia entre China y Brasil, que hace tres décadas era más notoria.
"Fuimos capaces de superar todos esos desafíos y establecer una cooperación en un área compleja, que es la área de desarrollo científico y tecnológico, y especialmente el área espacial. Es un área compleja, pero estratégica para los dos países", subrayó.
"Una de las cosas más importantes del área espacial es que es multiusuaria. Como es multidisciplinar, sirve para el desarrollo científico y tecnológico de los países", explicó.
Para el presidente de la AEB, la aproximación entre Asia y Sudamérica no puede ser pensada sin la participación de estos dos grandes países, China y Brasil, puesto que son líderes regionales.
"Los negocios no son tan sustentables como el desarrollo científico y tecnológico. Entonces valorizamos ese desarrollo como pieza importante para la relación entre los dos países, y escogimos en particular el área espacial", recordó.
La cooperación se centró en el programa CBERS, por su potencial de beneficios mutuos, y por su impacto social y económico.
"La primera cosa fue escoger el satélite de observación de la Tierra como objeto de mutuo interés, y en segundo lugar discutir la posibilidad de trabajar juntos, colectivamente. Esos dos criterios son los que nos trajeron las ventajas que tenemos en la cooperación con China", dijo Braga Coelho.
Durante la fase inicial, de 1988 a 2003, dos satélites fueron lanzados al espacio, el CBERS-1 y el CBERS-2; el primero en octubre de 1999 y el segundo en octubre de 2003.
En 2002, un nuevo protocolo de cooperación fue suscrito por los dos países, comenzando la segunda fase de la asociación, y en septiembre de 2007, el CBERS-2B fue lanzado para mantener la provisión de imágenes en el período tras el fin de la operación del CBERS-2.
El CBERS-3 fue lanzado en diciembre de 2013, el CBERS-4 en diciembre de 2014, y el CBERS-4a deberá ser puesto en órbita el año próximo.
Entre los beneficios que las imágenes generadas por el satélite ofrecen a la sociedad están la posibilidad de prever catástrofes naturales, el pronóstico del tiempo, el monitoreo de la deforestación, y para la expansión de la agricultura y las ciudades, entre otros.
Desde el punto de vista del gobierno brasileño, otro punto importante fue el fortalecimiento de una comunidad de usuarios de las imágenes generadas, incluyendo las áreas ambiental y agrícola, estudiantes universitarios y la comunidad académica.
De acuerdo con el presidente de la AEB, la cooperación sino-brasileña es un ejemplo mundial, y se presenta ahora la nececidad de ampliar el protagonismo de esa relación.
"Los satélites CBERS tienen que ampliar su objetivo de prestación de servicios para otros países, sobre todo para aquellos que no están desarrollados en esa área, que no tienen aún programas espaciales", añadió.
Como ejemplo, mencionó la posibilidad de uso de los satélites en el ámbito del BRICS, grupo integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
"Tenemos en el BRICS a China y a Rusia, que son países que en el área espacial están primeros en el mundo. Pero también está Sudáfrica, está comenzando. Pero eso se va a ampliar para Africa entera. Entonces, el CBERS precisa tener más protagonismo, de tal manera que eso nos pueda ayudar también en una posición geoestratégica en el mundo", señaló.
Sobre el futuro del programa binacional, puntualizó que en 2012 los dos países llegaron a la conclusión de que el programa CBERS debía ser más abarcador y avanzar en la cooperación espacial.
"Entonces creamos un Plan Decenal y un Grupo de Trabajo Brasil-China. En ese ámbito ahora vamos a discutir iniciativas para los próximos diez años, que incluye necesariamente a la familia CBERS", dijo.
Braga Coelho elogió, por otra parte, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, lanzada por el gobierno chino, y resaltó el interés de elaborar proyectos en ese marco que involucren a Brasil.
"La idea de la Iniciativa es de actuar colectivamente. Es una idea diferente de preocuparse exclusivamente con seguridad. En vez de construir muros, construir puentes, para permitir que las acciones puedan ser tomadas colectivamente", resaltó.
"Somos totalmente favorables a esas ideas, y queremos extenderlas a nuestro continente. Es una buena iniciativa del gobierno chino, y vamos a discutir cómo podemos unir aquel continente con América del Sur y América Latina", concluyó.