Los analistas advierten que Rousseff aún debe salir de la sombra de Lula para consolidar su propia imagen y definir sus propias políticas para ganar la elección del 3 de octubre.
Brasilia. La oportunidad de fotografiarse durante elcarnaval es una obligación para los políticos brasileños y DilmaRousseff, que disputará la presidencia este año, ocupó titulares alaparecer con la cantante pop Madonna y bailar samba con un barrendero.
Fueuno de los pocos eventos públicos en que la jefa de gabinete de aspectorígido mostró un rostro más humano y apareció sin su mentor ybenefactor político, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Beneficiadapor una economía en crecimiento y la inmensa popularidad de Lula,Rousseff ha reducido la brecha en sondeos de opinión con José Serra,gobernador de Sao Paulo del opositor Partido de la Social DemocraciaBrasileña (PSDB), que encabeza las encuestas.
Sin embargo,los analistas advierten que la carrera presidencial aún no ha comenzadoy Rousseff, cuya candidatura será proclamada por el oficialista Partidode los Trabajadores (PT) el sábado, aún debe salir de la sombra de Lulapara consolidar su propia imagen y definir sus propias políticas paraganar la elección del 3 de octubre.
"Aún tiene quepresentarse al electorado brasileño", dijo Christopher Garman, analistade Latinoamérica de la consultoría Eurasia Group de Nueva York.
"Y aún debe aprender a hacerlo en forma convincente", agregó.
Suprimer desafío será convencer al PT de que es tan buena como Lula dice.El ex líder sindical, que está impedido por ley para presentarse a untercer mandato consecutivo, virtualmente ha impuesto la candidatura deRousseff, pese a la desaprobación de algunos militantes de partido, alque ella se unió en 2001.
¿Apoderada de Lula? Enlos últimos meses, Lula, de 64 años, ha acompañado a su protegida entodo momento, desde inauguraciones a anuncios televisivos y reunionesde gabinete.
Como consecuencia de eso se ha disparado elreconocimiento de su nombre en sondeos de opinión, pero muchosbrasileños aún la consideran una apoderada de Lula en vez de unacandidata propiamente tal, afirman los encuestadores.
"No sémucho de ella, pero será una continuación de Lula", dijo José Silva dosSantos, un taxista de 52 años en Brasilia, reflejando una visión comúnen sondeos de opinión.
Pese a la rigidez de Rousseff comofigura pública, Lula cree que sus habilidades administrativas harán deella una buena presidenta.
Lula también afirma que Brasil, elmayor país de Latinoamérica, está listo para una mujer presidente luegode que él rompiera la barrera de clases para convertirse en el primermandatario que no proviene de un origen acomodado.
Aún así,en círculos políticos se especula que Rousseff, de 62 años, seríasimplemente una "presidenta interina" hasta que Lula pueda postular ala presidencia nuevamente en 2014, una posibilidad que el líderdescartó en una entrevista publicada el viernes por el periódico OEstado de S.Paulo.
Riesgo. La mayoría de losinversores ven poco riesgo de que cualquiera de los precandidatos conmayor intención de voto se aleje mucho de las políticas de mercado deLula, aunque algunos prefieren a Serra por su experiencia en cargospúblicos de alto nivel y la postura política más centrista del PSDB.
Rousseffy buena parte del PT favorecen un mayor rol del gobierno en laeconomía, principalmente a través de grandes empresas estatales.
"Estasafirmaciones de crecimiento inducido por el gobierno y grandes empresasestatales nos tiene preocupados. Han fallado en el pasado", dijoRodrigo Nogueira, socio de la constructora JC Gontijo Engenheria, consede en Brasilia.
Rousseff, hija de inmigrantes búlgaros ymilitante de izquierda durante su juventud, es mencionada en círculospolíticos como "la dama de hierro".
Durante gran parte delaño pasado mantuvo una intensa agenda mientras combatía un linfoma, uncáncer del sistema inmunológico, del que los médicos aseguran que yaestá curada.
Pero Rousseff sigue siendo una política novataque a menudo le cuesta conectarse con su audiencia, una trampapotencial que incluso sus partidarios reconocen.
"Dilma notiene las habilidades de alguien que se ha presentado en variaselecciones", dijo esta semana al periódico O Globo José Eduardo Dutra,presidente electo del PT.
La venia y habilidades políticas deLula sin duda jugarán a su favor en la campaña, pero enfrenta a unoponente formidable en Serra.
Además, su postura sobre temascontroversiales podrían suponer problemas, como su apoyo a lalegalización del aborto en una sociedad mayoritariamente católica.