Por Alfonso Ochoa, country manager de DNA Human Capital.
¿A qué hora son los partidos de Perú? Seguro ésa fue la pregunta que buena parte de los trabajadores peruanos se hizo luego del sorteo de los grupos del Mundial.
La mayor parte de los encuentros que se disputarán en la Copa, se realizarán en plena jornada laboral, poniendo en una importante encrucijada a las compañías.
El Mundial es un evento de tal magnitud que es imposible abstraerse de él, más aún si se es un fanático del fútbol. Es tanto el fervor, que incluso las autoridades de Gobierno han realizado llamados a los empleadores a que aprovechen esta oportunidad para crear lazos con sus trabajadores. Y es que más allá de las frases de buena crianza, estas instancias son una oportunidad importante para que las compañías generen el tan codiciado engagement con sus trabajadores.
Es así que hay compañías que han innovado y han incluido en su “parrilla mundialera” carros de comida, sorteos e, incluso, la implementación de “mini estadios” en las oficinas, prácticas que permiten que todos los estamentos de la empresa compartan un momento distendido, ayudando a mejorar el clima laboral, la cercanía de los distintos departamentos y, con ello, impactando en la productividad del negocio.
Pese al importante el esfuerzo que hacen tanto PYMEs como multinacionales al pensar nuevas instancias para compartir y amenizar la jornada, siempre parecen haber opciones distintas, que implican un cambio aún más radical en las culturas de la compañía. Según un estudio de la consultora Watch & 1 de cada 3 peruanos faltará a su trabajo para ver los partidos del mundial.
Quizás este evento deportivo representa una muy buena instancia para analizar la implementación de remuneraciones por metas logradas y no basadas en horas de trabajo. Para lograr esto es necesario un trabajo coordinado de ambas partes: trabajadores comprometidos con sus compañías, que merezcan la confianza de sus líderes y jefaturas que sean capaces de establecer metas claras y estimular su cumplimiento.
Las organizaciones (trabajadores y jefaturas) deben ser capaces de seguir este debate independiente de las contingencias y las necesidades puntuales que puedan surgir de un evento. El gran desafío de las empresas en materia de recursos humanos dice relación con buscar la forma de avanzar hacia prácticas laborales y de negocios eficientes y con visión de futuro.
Buenas prácticas laborales, le dan alegría a los trabajadores. Colaboradores felices se comprometen con el éxito de sus compañías.