Sueldos que ni siquiera llegan al mínimo, sobrecarga laboral y pocas ofertas de trabajo de calidad marcan a esta profesión.
Lo informan, lo hacen reír, le dan tips y pueden ser la persona más incondicional que encuentre en las redes sociales. Siempre deben estar disponibles, trabajan en fines de semana e incluso en Navidad. También ayudan a posicionar una marca, e incluso son una herramienta fundamental para las ventas y para promocionar algún producto y servicio. El trabajo de los community managers (CM) puede ser tal vez uno de los más importantes y demandados en la era digital, pero esta importancia no suele reflejarse en sus condiciones laborales.
Las funciones de un CM no deberían ser distintas a las de administrar las redes de una entidad, compañía o marca; al igual que gestionar todo el contenido que sale por estos canales de difusión. Pero el mercado actual está lleno de agencias y compañías que destinan poco presupuesto a esta actividad, por lo que no sólo pagan salarios que podrían estar por debajo del mínimo, sino que también sobrecargan a los community managers con otras funciones indispensables para las redes sociales pero que necesitan de un equipo de varias personas.
Es una actividad en la que trabajan principalmente millennials, y no es coincidencia que el boom de esta profesión se dé en el marco del aumento del desempleo juvenil. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desocupación en esta población pasó de 14,5 % en el trimestre agosto-octubre de 2016 a 15,5 % en el mismo período de 2017.
“Por lo que muchas de esas vacantes, en las que evidentemente se explota a los CM, son aceptadas por personas que están en una condición de necesidad. Además de las funciones de un community manager, les piden que hagan videos, diseñen piezas para las redes sociales, escriban artículos, hagan mediciones de audiencias y pauten el contenido. Es decir, son toda una agencia digital en una sola persona, pero les pagan un sueldo básico”, explica Ricardo Fraile, administrador del que era hasta ayer el principal grupo en Facebook (con casi 30.000 miembros) para conseguir trabajo como community manager en el país (Vacantes para community managers en Colombia).
Sin embargo, sí hay buenos cargos de community managers en el país, en los que pueden ejercer sus verdaderas funciones y que les paguen adecuadamente. La cuestión es que hay varias escalas de calidad en este mercado laboral, que dependen tanto de la experiencia y preparación del CM como del presupuesto que las compañías quieran destinar al cargo.
Fraile señala que “hay dos corrientes de CM. Están los que estudiaron comunicación o mercadeo, y realmente saben cómo posicionar una marca. Son ellos los que obtienen buenos cargos y no son objetos de explotación. Los que toman cargos de baja calidad son personas que ni siquiera han terminado la universidad o que ni estudian, y en algunos casos lo hacen como una solución temporal al desempleo. Estas personas en muchos casos empezaron manejando páginas de memes, pero es una experiencia que no es tan útil a la hora de manejar una cuenta importante”.
En efecto, hay varias escalas dentro de esta actividad. Los sueldos más básicos pueden ir de los US$209 a los US$314, es decir, ni siquiera pagarían el salario mínimo en algunos casos. Los salarios que se consideran decentes van desde US$418 a US$558. En estos casos se suele apreciar la explotación por parte de empresas y agencias con poco presupuesto que buscan un todero (CM, videos, diseñador, etc). En el rango superior, es decir, con una buena remuneración, el pago está entre los US$697 y los US$872. Además, hay algunos puestos muy selectos que por lo general no salen en convocatorias abiertas, en los cuales pueden pagar más de US$2.440.
“El otro gran problema son los contratos. Al ser una profesión relativamente nueva, muchas veces es difícil para las compañías especificar las funciones. En muchos casos ni siquiera hay contrato, sino que se hace un acuerdo hablado. Quienes están bajo prestación de servicios, por lo general pueden negociar alguna flexibilidad, pero al ser CM siempre se debe estar atento: debemos responder lo más pronto posible comentarios; si hay algún error, corregirlo inmediatamente y ser coyunturales”, señala Daniela Franco, una community manager que trabaja como independiente desde hace dos años.
Para Iván Daniel Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, “a una persona que esté contratada con prestación de servicios, y menos si no tiene contrato, no se le puede pedir que cumpla horarios, ni que deba estar disponible todo el tiempo; sólo se puede con los que tengan contrato de trabajadores de confianza (el que les dan a los gerentes y presidentes). Si se incumple esta condición, puede considerarse trabajador dependiente, con todos los derechos salariales y prestacionales que correspondan”.
Así como las redes sociales llegaron para quedarse, tal parece que el de los community managers seguirá siendo un trabajo apetecido. Sin embargo, se trata de una profesión en la que hay mucha competencia por los cargos de buena calidad, ofertas escasas que, según Fraile, podrían ser menos del 40 % de las vacantes. Así está el panorama laboral de las redes sociales, un mercado del que dependen casi 90.000 personas en Colombia, según el portal LinkedIn.
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