Muchos jóvenes se encuentran con el problema más grande de sus vidas cuando salen a la calle, a competir a diario con cientos, miles más por un puesto de trabajo.

Cuando uno recibe el título, se da cuenta de algunas cosas muy importantes, la mayor de todas: No incluye un instructivo para decirnos qué hacer con él.

¿Buscar trabajo?, ¿emprender?, parecen los caminos obvios, pero tampoco es claro ni sencillo cómo hacerlo. Recuerdo mi primer entrevista.

El reclutador parecía harto (eran alrededor de las siete de la noche y se veía que durante horas había hecho lo mismo), sus preguntas iban en torno a mi experiencia, y claro, el primer trabajo no nos permite presumir de un largo camino recorrido. Al menos lejos de las aulas.

La mayoría de mis respuestas iban en sentido negativo. Prácticas y servicio social, además de algunos breves acercamientos (mal pagados por supuesto), a mi carrera. Nada sorprendente. Salí derrotado.

Muchos jóvenes se encuentran con el problema más grande de sus vidas cuando salen a la calle, a competir a diario con cientos, miles más por un puesto de trabajo. Y muchos tienen más experiencia que ellos. ¿Qué hacer?

Obviamente la respuesta nunca será resignarse.

Si de algo les sirve mi experiencia, a todos aquellos que en estos días salieron apenas a la calle a buscar su primer empleo, les comparto algunas cosas que podrían servirles, cosas que aprendí y hubiera deseado que alguien me dijera.

Es un mundo complicado cuando no tienes conocidos en un área que decidiste estudiar.

1. Utiliza tu servicio social y prácticas profesionales a tu favor

El servicio social y las prácticas profesionales son tu gran oportunidad para acercarte a un lugar en el que, además de adquirir experiencia, podrás alzar la mano ante un posible futuro trabajo en el lugar en el que la haces.

Por este motivo, aconsejo a los estudiantes que no lo hagan en programas dentro de su escuela “que les facilitan las cosas”. Salir y tocar puertas, es una forma de enfrentarte a algo parecido a una entrevista y un trabajo real.

Si lo haces bien, y comentas al terminar, que si se abre una oportunidad, estarías agradecido, dejarás un precedente importante. En estos casos, no lo dejes a un lado, de ahí puede salir algo bueno, esfuérzate por dejar una buena impresión y demostrar que quieres una oportunidad “real”.

2. No creas que lo sabes por todo por haber sido el mejor estudiante de la clase

Muchos jóvenes llegan a su primer trabajo con la idea de que son el futuro de su área laboral. Nunca hay que perder la idea de convertirte en el mejor, pero el día en que piensas, que no puedes aprender nada más, en ese momento comienza tu debacle profesional. Algunas veces es muy pronto.

3. Aprende a equivocarte

Nunca hay que justificar un error, por más mínimo que sea en un trabajo. Pero pasa.

Todos podemos errar, sólo que algunos tienen suerte de que los demás, no se los señalan, o simplemente nadie se da cuenta.

Si te equivocas, no es el fin de tu carrera, aprende de ello y saca lo mejor de lo peor. ¿Qué hice mal?, ¿Cómo hago para que ya no suceda?

4. Malgasta tu dinero para aprender a administrar

Mucho se habla de cuánto necesitamos aprender a administrar nuestro dinero y es cierto. Tu carrera en especial, no te dirá qué hacer con tu sueldo (y debería).

Creo que es válido que los nóveles trabajadores se enfrenten a las carencias, que provoca una mala administración de su dinero. Es sano que sus primeros sueldos se les escurran de las manos por gastarlos en festejos (por trabajar, vaya ironía), por desestrés, e incluso en cosas que no necesitan, pero siempre desearon.

Cuando se acerque el fin de quincena, y de pronto se den cuenta que comer decentemente es importante, entonces comenzarán a diferenciar entre lo que necesitan, y no.

5. Siéntete orgulloso de tu carrera, pero entiende que todo es importante

En algún evento hace unos meses, en el que me encontré a algunos jóvenes que cubrían su primer evento (soy periodista, por si acaso lo preguntan), platicando con debutantes me di cuenta que muchos de ellos estaban orgullosos de su trabajo, y pensaban que su contacto con la información los hacia más cercanos a la verdad que gente de otras carreras.

Les aconsejo que guarden ese orgullo por su trabajo, pero que entiendan, que cualquier carrera, sin excepción, apenas nos da una porción de todo el panorama que hay por aprender en el mundo.

Nadie tiene la mejor carrera, en el mejor de los casos, solo habrá encontrado la que aman ejercer.