Los avances de la startup Multiply Labs apuntan a que todas las personas tengan la capacidad de imprimir las medicinas que necesitan, pero no sin control.
La impresión 3D de medicamentos ofrece la oportunidad de agilizar la producción de estas medicinas. Pero también ofrece un escenario perfecto para la personalización.
Después de todo la impresión 3D de medicamentos no es una quimera del futuro. En Estados Unidos incluso se han aprobado medicinas sintetizadas de esta forma. Solo es necesario conocer la composición , la fórmula para evitar efectos secundarios distintos a los ya conocidos y comprobar que los principios activos cumplen con su función.
Sin embargo, la impresión 3D podría ir un paso más allá que el de replicar medicinas. La startup Multiply Labs se plantea un sistema para que cualquiera pueda crear sus propios medicamentos. Esto no quiere decir que la gente se invente píldoras a su gusto. Se trata de algo más elaborado.
Hoy en día muchas personas toman varios medicamentos diariamente. Esto conlleva problemas de organización y olvidos, pero también de dosis. A veces lo que necesita una persona no se fabrica en una pastilla y hay que partirla en varios trozos. Aunque lo más normal es que haya que tomarse más de una píldora.
Multiply Labs ha creado una cápsula con varios compartimentos. Su fin es que una persona llene esta cápsula con las medicinas que necesite. Puede estar dividida en más o menos secciones y, cada una, puede tener las paredes más o menos gruesas. Con esto último se consigue controlar el momento en que cada medicina pasa a ser absorbida por el paciente.
El impacto de la impresión 3D en medicina
El progreso de la impresión 3D en los últimos años no ha dejado de asombrar. Entre otras cosas ha supuesto el acercamiento de métodos de fabricación industrial a una escala doméstica. Empezó por los plásticos pero pronto abarcó nuevos tipos de materiales. Diferentes metales, una clase de madera o nylon se cuentan entre las posibilidades de esta nueva tecnología.
Sin embargo, quizá en el ámbito donde más recorrido parece tener la impresión 3D es en la medicina. Los plásticos han servido para crear piezas aptas para implantes. ¿La ventaja? Están hechas perfectamente a medida y no es necesario encargarlas a un taller especializado. Las máquinas y el instrumental para conseguir estos resultados pueden encontrarse en un espacio relativamente reducido, en el propio hospital. En definitiva, esto supone un abaratamiento de este tipo de soluciones médicas.
Aunque sin duda lo que más llama la atención es la creación de tejidos mediante impresión 3D. Es un proceso en el que se han puesto esfuerzos e inversión desde hace tiempo. Y es que la meta final no se queda ahí. Ya es suficientemente útil para la medicina poder obtener tejidos compatibles con una persona, para recomponer partes dañadas de su cuerpo. De momento, esta es la promesa más viable.
El futuro, según se desprende de investigaciones en el campo de la bioimpresión 3D , es la síntesis de órganos funcionales. Evidentemente se trata de un paso mucho más allá de lo que hay ahora. Pero es una de las líneas de investigaciones que más llaman la atención.