Debido a un contexto complicado, que incluye el incremento de materias primas, problemas logísticos, inflación y el conflicto bélico de Rusia en Ucrania, la industria del acero prevé una fuerte reducción de su consumo en la región, que contrasta con el aumento del 26% que registró en 2021.
Con el incremento de materias primas, los problemas logísticos, la inflación y el conflicto bélico de Rusia en Ucrania, la industria del acero en Latinoamérica prevé que el consumo se reduzca 2,1% durante el 2022, lo que contrasta con el aumento del 26% que registró el año previo.
Aun cuando industrias como la automotriz, la construcción y agrícola han mostrado resiliencia con la industria acerera, ésta se encuentra en una fuerte recomposición de stock en la cadena, lo que orilla a mantener “cautela” en 2022, por el contexto global, reveló la Asociación Latinoamericana de Acero (Alacero), organismo el cual considera a México como unos de los grandes productores de la región.
“Todavía no hemos salido del período de incertidumbre, al contrario, comenzamos un año con incertidumbres domesticas con elecciones, inflación y políticas monetarias estrictas que pueden llegar a impactar en la actividad industrial. Y a todo eso se suma la incertidumbre de un conflicto global”, advirtió Alejandro Wagner, director ejecutivo de Alacero.
En un análisis previo, el organismo privado precisó que el consumo aparente durante enero del 2022, fue de 5,6 millones de toneladas, esto es 8% menos respecto a igual mes del 2021.
Recordó que la producción de acero crudo al cierre del 2021 aumentó un 15,7% frente al año anterior, llegando al total de 64,8 millones de toneladas; mientras la producción de acero laminado tuvo incremento de un 19,5%.