El cuarteto mexicano se destaca por sorprender siempre a su audiencia. Juntos, solos o en proyectos diversos, nadie -salvo ellos- saben qué viene después. ¿Qué sigue?, quizás 25 años más de historia...
Hace 25 años, en Coyoacán, nacía la leyenda. Los comensales de "El hijo del cuervo", el mítico bar al sur de la capital, asistían sin saber al génesis de una banda que ha sabido reinventarse con el paso de los años y que, a un cuarto de siglo de distancia, parece haber encontrado el balance correcto.
Café Tacvba —Tacvbos para sus fans—, ha logrado que desde su primer disco homónimo, editado en 1992, una legión de seguidores se postren a su paso. Su propuesta, que en aquellos primeros años sorprendía por la mezcla de ritmos folclóricos con elementos típicos del rock le valió los primeros reflectores de su carrera.
Canciones como "Las batallas", inspirada en la novela "Las batallas en el desierto", de José Emilio Pacheco; "Rarotonga", "La chica banda", "María" y "Las persianas" tomaron por asalto a los oyentes que abrazaban la posibilidad de una escena rockera renovada, un grupo que, apegado a los elementos básicos de la cultura mexicana, mostraba como propia una identidad que muchos desechaban.
Café Tacvba, que desde entonces ha estado conformada por Rubén Albarrán, Joselo y Enrique Rangel, y Emmanuel del Real, supo, desde sus primeros pasos en la industria mexicana, que el mestizaje de su propuesta podría jugar en su contra.
Su identidad, soportada incluso por la vestimenta que usaban en sus primeras presentaciones, no encontraba cabida clara en el circuito rock, el pop o el folclórico, pero eso, lejos de ser un obstáculo, fue la punta de lanza que los catapultó al estrellato.
Se calcula que ese disco vendió casi 50 mil copias en sus primeras semanas en tiendas. El éxito les mostró el camino que podían seguir en el futuro y les valió para que alguien como Gustavo Santaolalla se fijara en el grupo y accediera a producirles "Re" (1994), su segundo material de estudio, uno de los favoritos de sus fans y, sin duda, el más reconocido de su cancionero.
La colaboración con el productor argentino se mantuvo para "Avalancha de éxitos" (1996), un álbum que recuperó clásicos de Jaime López, Nacho Cano, Juan Luis Guerra, Leo Dan y Botellita de Jerez que los Tacvbos moldearon a su desenfadado estilo. Consagrados ya, lanzaron "Revés/Yo Soy" (1999), una nueva afrenta a la tendencia, pues aquel fue el primer disco completamente instrumental del grupo.
En 2002 presentaron "Vale callampa", tributo a Los Tres, y en 2003 lanzaron "Cuatro caminos". Para 2007 grabaron "Sino", de nueva cuenta con Santaolalla en la producción, y en 2010 exhibieron en cines "Seguir siendo", documental de Ernesto Contreras y José Manuel Cravioto, que mostraba un poco de la intimidad de la banda.
"El objeto antes llamado disco" (2012), su más reciente álbum de estudio, fue grabado en vivo durante sesiones en Santiago de Chile, Buenos Aires, Los Ángeles y la Ciudad de México y es, quizá, uno de los trabajos más cuestionado por algunos fans aunque fue, también, una clara muestra del deseo de la banda por desmarcarse de las expectativas sobre ella.
Con Café Tacvba nadie, salvo ellos, saben qué viene después. Lo mismo trabajan en un disco e inician una gira internacional, que se aíslan, se concentran en proyectos individuales o se reencuentran. ¿Qué sigue?, quizás 25 años más.
