Mientras el conflicto escala en los clubes más poderosos del mundo, versiones de prensa explican por qué el uruguayo corre con ventaja ante el astro brasileño.
El Observador | Edinson Cavani sabe que tiene respaldo en el vestuario de Paris Saint-Germain. No lo buscó. Se lo ganó. Por su forma de ser, por su calidad de persona, por respetar. Y por un hecho que pocos conocen: cuando el presidente del club pretendió cortar cabezas, Edi se puso del lado de los jugadores que pretendían dejar libres.
Cuando todo era ilusión con el desembarco de Neymar, nadie imaginó que su llegada terminaría generando un conflicto en PSG. El ego y las ambiciones del brasileño lo enfrentaron con Cavani en una historia conocida que se comenzó a generar por quién remataría los penales.
Y si bien Ney cuenta con el respaldo del ala brasileña, la mayor parte del grupo está con Cavani.
¿Motivos? La historia va más allá del detalle de los penales que Neymar pretendió rematar sin respetar al que venía ejecutando.
Todo se inicia, según reveló El País de Madrid, cuando el Comité de Control Financiero de Clubes, el órgano de la UEFA encargado de auditar las cuentas y velar por el equilibrio presupuestario, advirtió a PSG de que la sanción que le impondría en caso de que sus gastos superasen en más de € 30 millones a sus ingresos (€ 550 millones en 2016) no sería meramente económica.
La UEFA amenazó al presidente Al Khelaifi con una pena de varios años fuera de la Liga de Campeones y la respuesta inicial del club fue poner a la venta a medio plantel para pasar la auditoría.
Según el diario Sport, el club armó una lista de jugadores prescindibles. En la nomina de transferibles estaban Ángel Di María, Javier Pastore, Blaise Matuidi, Lucas Moura, Julian Draxler, Hatem Ben Arfa, Serge Aurier y Thiago Silva. Según el diario español, se trata de jugadores con poder en el vestuario de PSG, que se sintieron deshonrados con la decisión de Al Khelaifi.
Y Cavani, uno de los protegidos e intocables, se puso del lado de sus compañeros más desprotegidos.
Los representantes de estos jugadores, según El País, fueron informados de que, debido al fichaje de Neymar, PSG se veía en la necesidad de liquidarlos para obtener ingresos y así equilibrar cuentas de acuerdo con las reglas del fair play financiero. Matuidi aceptó y se fue a Juventus, mientras que el resto se sintieron como una mercancía. Cavani se erigió en el cabecilla de los indignados.
¿Qué pasó con Neymar?
Cuando el brasileño llegó, se podrán imaginar que no fue recibido bien por sus compañeros en un vestuario plagado de jugadores en venta y tuvo que ser el entrenador Unai Emery quien interviniera para solucionar el grave conflicto de egos que había en la plantel.
"Emery convenció a Al-Khelaifi a finales de agosto y este declaró intransferibles a todos los jugadores que había puesto en el mercado. El mal ya estaba hecho y la plantilla se había dividido entre prescindibles e intocables, aunque dos intocables como Marquinhos y Cavani se pusieron del lado de los débiles", expresó Sport.
Por esta razón de peso es que el Matador es querido y cuenta con el respaldo del vestuario de PSG en esta pelea mediática que se generó con el brasileño Neymar.
El diario español también informó que Al-Khelaifi quiso solucionar con dinero el asunto de los penales entre el uruguayo y el brasileño, pero el atacante celeste no aceptó la propuesta.
El presidente del club parisino le quiso mejorar el contrato al salteño dándole un millón de euros más, justamente el millón que iba a recibir como premio en caso de ser máximo goleador de la Ligue 1 de Francia, si dejaba ejecutar las penas máximas a Neymar, por quien Al-Khelaifi pagó € 222 millones a Barcelona, en el pase más caro de la historia del fútbol.
Pero Cavani rechazó la propuesta que le llegó por medio de un intermediario. Respondió que no le interesaba el dinero, que no se oponía a que le pagaran más pero que iba a seguir pateando los penales ya que llevaba cuatro años trabajando para el club, era el tercer capitán en el plantel, "y se había ganado esa forma de dignidad", según indica el diario español.
Tras el rechazo del uruguayo, el catarí intentó convencer a Neymar que le restara importancia a los penales, sin lograr su objetivo.