Si bien las nuevas recomendaciones sorprenden, lo cierto es que se busca una mirada en comun entre los expertos a nivel mundial.
Un reciente artículo publicado por el Journal of the American Medical Association propone radicales cambios en los consejos sobre prevención del cáncer de seno que se seguían hasta ahora.
La publicación, avalada por la Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés), destaca que las mujeres deben comenzar a realizarse exámenes anuales a los 45 años, en lugar de a los 40 que era lo recomendado hasta ahora.
A eso se suma la variación sugerida de que a partir de los 55 años se aconseja hacer las mamografías cada dos años. En la guía del 2003, la recomendación era una mamografía anual a partir de los 40.
El tercer punto señalado por la ACS es desaconsejar que mujeres que no han experimentado ningún símbolo de anormalidad en sus pechos se realicen exámenes clínicos, en el que los médicos o enfermeros tratan de sentir bultos en los senos.
El doctor Richard Wender, de la Sociedad Americana del Cáncer, señala que se ha llegado al convencimiento de que a los 40 años el cáncer de seno es inusual y pueden ocurrir falsas alarmas, conllevando con ello un gasto ineficiente de tiempo y ansiedad.
"No es que las mamografías sean inefectivas en mujeres más jóvenes, de hecho el mensaje más importante es que la mamografía es la herramienta más efectiva que tienen las mujeres para reducir las probabilidades de morir a causa del cáncer de seno", enfatiza Wender.
Las nuevas guías se basan, precisamente, en el preocupante incremento de las falsas alarmas o “falsos positivos”. Asimismo, se acercan a lo planteado por otros actores en la lucha contra el cáncer, como el grupo de expertos independiente de la Fuerza de Servicios Preventivos de Estados Unidos (Uspstf, por su sigla en inglés), que recomienda mamografías bianuales para mujeres entre 50 y 74 años.
El cambio de perspectiva obedece también a nuevos descubrimientos sobre los beneficios de las mamografías y sus perjuicios, entre los que destaca el peligro de los ya citados "falsos positivos" en mujeres jóvenes.
El cáncer de mama implica una situación paradójica, ya que si bien es la causa de muerte más común entre mujeres de todo el mundo, los casos de muerte han disminuido de manera constante desde 1990.