El estudio reveló que los cambios en el sistema de turnos de los equipos médicos podían generar una mayor tasa de reingresos, a diferencia de lo que se esperaba con la modificación.
The American Journal of Medicine. La investigación, realizada en el Sunnybrook Health Sciences Centre en Canadá, liderada por la Universidad de Toronto y que tardó 10 años en concretarse, reveló que los cambios en los horarios de atención de los médicos -quién atiende qué día y a qué hora determinada- generan una mayor tasa de reingresos de pacientes, 26% precisamente.
Los cambios en un principio buscan una mayor eficiencia y efectividad en las operaciones, pero pierden en ítems como continuidad -la necesidad del paciente de mantener al mismo médico y así evitar errores de traspaso-, característica que está en una constante paradoja con la sostenibilidad -un médico no está disponible siempre ya que, como todo ser humano, tiene necesidades y necesita descanso-, lo cual se repite en diversas instituciones médicas a lo largo de Estados Unidos y Canada, más ahora que existe un cambio en los horarios de atención de sus profesionales.
El Sunnybrook Health Sciences Centre, donde se realizó el estudio, recibe cerca de 10 mil pacientes anualmente y funciona -tanto las admisiones como el cuidado posterior- con equipos compuestos por médicos tratantes, residentes senior y junior, y estudiantes; y cada una de estas unidades está a cargo de entre 15 y 25 pacientes. Para el año 2009, la institución cambió la manera en que estaban organizados los turnos: previamente, todo el equipo estaba concentrado en el mismo día, durante 24 horas. Con la nueva organización -de sistema distribuido-, el médico se mantuvo y el resto del equipo se repartió con un turno en los días siguientes, con el fin de otorgarle continuidad a los pacientes y así evitar los reingresos.
Las consecuencias del cambio no fueron las esperadas. La investigación se inició el año 2004 y arrojó que tras el cambio en la planificación, y omitiendo la probabilidad de readmisión de cada paciente en particular, la tasa de reingresos creció en un 30% y se mantuvo de manera persistente de manera transversal a los individuos. En consecuencia, los pacientes pasaron en total 7.240 días más en la institución, aun cuando esto último no se comprobó que tuviera efectos en la tasa de mortalidad.
De todas maneras, los investigadores aseguraron que este estudio no prueba que el cambio en el sistema sea un error que merezca ser revertido, si no que el sistema distribuido crea un balance distinto respecto a la continuidad y sostenibilidad y que por lo mismo debe ser analizado profundamente previo a su implementación.
Se pede concluir, de todas formas que, "en conjunto, los resultados muestran que los cambios bien intencionados y bien recibidos, destinados a mejorar los sistemas de horarios de atención de los médicos, pueden tener consecuencias no deseadas, indeseables, y no reconocidas", concluyó el Dr. Donald A. Redelmeier, de la Universidad Toronto, que analizó los datos del Instituto de Ciencias Clínicas Evaluativas que recolectó la información.