El nuevo premier británico, David Cameron, junto a su socio y viceprimer ministro, detallaron los planes de la coalición de gobierno, que desplazó del poder a los laboristas después de trece años.
Londres. El nuevo primer ministro británico, David Cameron, dijo este miércoles que el primer gobierno británico de coalición desde 1945 será lo suficientemente fuerte como para sobrevivir los cinco años de mandato y afrontar la peor crisis económica desde hace décadas.
Bromeando con su socio y viceprimer ministro, el líder del Partido Liberal Demócrata -tercero en los comicios que desbancaron al laborista Gordon Brown-, el dirigente conservador alabó el "cambio histórico y sísmico" en la política británica mientras trataba de enterrar la vieja rivalidad entre ambos.
Con Reino Unido saliendo de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, la nueva coalición debe encontrar el modo de recortar un déficit presupuestario que supera el 11 por ciento del Producto Interior Bruto.
"Ningún gobierno en la era moderna ha recibido esta terrible herencia económica", declaró Cameron ante la prensa en los jardines del 10 de Downing Street, la residencia del primer ministro en Londres. "Sabemos que habrá decisiones difíciles por delante".
"(La coalición) Puede ser un cambio histórico y sísmico en nuestro panorama político".
Cameron y Clegg celebraron una rueda de prensa conjunta al aire libre en la que olvidaron la enemistad y los insultos de una dura campaña electoral, riendo ante las bromas del otro y llamándose por su nombre.
"Necesitamos reconstruir no solo las finanzas públicas, sino que también necesitamos reconstruir la economía británica sobre unos cimientos nuevos y estables fuera de los escombros de la vieja economía", dijo Clegg, que alabó la nueva era en la política británica.
Ambos alcanzaron un acuerdo de coalición cinco días después de unas elecciones que concluyeron sin que ningún partido obtuviera mayoría absoluta, poniendo fin a 13 años del laborismo con los gobiernos de Tony Blair y su sucesor, Gordon Brown.
Tendrán que convencer a los escépticos de que tendrán la fuerza y la duración para cambiar la economía.
"No creo que vaya a durar", dijo David Lea, analista de la consultora Control Risks. "Las diferencias entre los partidos son demasiado grandes".
Nuevo programa. A pesar de las grandes divergencias políticas en asuntos como la inmigración, los impuestos o las armas nucleares, los partidos dijeron que han acordado un programa político estable y duradero.
Entre sus planes, tiene previsto aprobar un impuesto bancario, dar un papel más directo al Banco de Inglaterra en las medidas para supervisar las amenazas a largo plazo a la estabilidad financiera, o limitar la inmigración de fuera de la Unión Europea.
También adoptó el plan de los conservadores de recortar 6.000 millones de libras de gasto este año financiero, antes de lo que querían los liberales demócratas.
"Va a haber una aceleración significativa en la reducción del déficit presupuestario estructural", dijo el nuevo ministro de Economía, George Osborne, a los periodistas.
El ex número dos conservador William Hague es el nuevo titular de Exteriores y el ex ministro de Finanzas Ken Clark dirigirá el departamento de Justicia.
Otros cargos clave serán la conservadora Theresa May, que será ministra del Interior, y el conservador Liam Fox, que asumirá la titularidad de Defensa. Está previsto que el liberal demócrata Vince Cable, ex economista, tenga un papel supervisor de la banca y las empresas.
Los liberales-demócratas han celebrado su entrada en el gobierno tras décadas a la sombra del laborismo y los conservadores.
"Por supuesto que existirán problemas, por supuesto que habrán desperfectos. Pero siempre haré lo mejor para demostrar que una nueva política no sólo es posible, también es mejor", dijo a la prensa Clegg.
Cameron, un antiguo ejecutivo de relaciones públicas de 43 años, asumió como primer ministro el martes por la noche, cuando Brown admitió haber fracasado en sus esfuerzos por llegar a un acuerdo con los liberales-demócratas. Es el primer ministro más joven en casi 200 años.
Se aprobará una ley para que los parlamentos tengan mandatos fijos de cinco años. Aún así, el Parlamento podría ser disuelto si vota a favor el 55 por ciento o más de los diputados.