Investigadores isralíes crean innovador método de ataque alternativo a la radiciación y cirugía, con menores contraindicaciones y riesgos, contra la enfermedad.
El Universo. Los profesores Avigdor Scherz y Yoram Salomon, del Instituto Weizmann de Israel, están detrás de lo que sería el descubrimiento más efectivo en el combate del cáncer de próstata, destaca un comunicado del Consulado General de ese país en Ecuador. De acuerdo con la investigación, el tratamiento ataca los tumores de la próstata sin dañar los genitales, el tracto urinario ni la calidad de vida de los pacientes.
El cáncer de próstata es una de las principales enfermedades que afecta a los hombres. El cáncer, en todos sus tipos, es la causa primordial de morbilidad (proporción de personas que mueren en un sitio y tiempo determinado) y mortalidad (tasa de fallecimientos producidos en una población durante un tiempo dado) en todo el mundo. En 2012 hubo unos 14 millones de nuevos casos y 8,2 millones de muertes relacionadas con el cáncer, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El tratamiento consiste en inyectar medicación por vía intravenosa durante 10 minutos. Esto no lastima el tejido sano alrededor del tumor, según los científicos. Después de esta primera fase, el tejido maligno es expuesto a una luz infrarroja por 22 minutos a través de diminutas fibras ópticas.
Los rayos lumínicos provocan una reacción en cadena en las células cancerosas. De esta manera se destruye al tejido contaminado, sin afectar las partes sanas: el tracto urinario o los órganos genitales. El procedimiento dura una hora y media. Los medicamentos administrados dejan el organismo del paciente después de tres horas, se detalla en el artículo.
Con esta alternativa se abre la expectativa de una mejor calidad de vida para quienes padecen este mal, pues hasta hace unos meses los pacientes de cáncer de próstata enfrentaban un camino con pocas salidas: someterse a una cirugía y radiación. Estas dos vías representan altas probabilidades de generar problemas de disfunción eréctil y retención urinaria.
Muchas de las personas con este problema, se indica en la nota, prefieren permanecer bajo vigilancia médica y no operarse, algo riesgoso que podría en un futuro no tan lejano permitir una metástasis.